¡Saludamos a las trabajadoras y los trabajadores del mundo: viva el 1ro de Mayo de 2023!

Ante la debacle capitalista: oponer la defensa del trabajo, único constructor del progreso social; el derecho a la vida plena, distribuyendo socialmente las conquistas productivas, creadas por la ciencia, la fuerza del trabajo, la lucha de clases.

Manifiesto del Buró Latinoamericano de la IV Internacional (Leninista-Trotskista-Posadista)

En este 1ro. de mayo de 2023, en que el tiempo y espacio de la historia de la humanidad se desarrolla en el mundo de forma desigual, tanto como que se compensa en lo combinado, ¡sin retrocesos!, en el camino de la construcción de una nueva sociedad socialista.

Ante la debacle capitalista: oponer la defensa del trabajo, único constructor del progreso social; el derecho a la vida plena, distribuyendo socialmente las conquistas productivas, creadas por la ciencia, la fuerza del trabajo, la lucha de clases.

La crisis imperialista del capitalismo es producto de su expansión productiva, que contradice la recesión del mercado, genera inflación, junto a estanflación, para la cual el sistema no tiene salida, por arriba, del laberinto. Que une, objetivamente, la rebelión de las fuerzas productivas y la lucha de clases: ¡una condición única en la historia, partera de la nueva sociedad! Lo saludamos en este 1ro. de mayo de 2023.

El  1ro. de mayo de 2023 es continuidad, en el actual tiempo y espacio, de la lucha por las ocho horas de trabajo desde 1886 en Chicago (EE.UU). Hoy, bandera universal de la lucha de los pueblos por la paz mundial, construyendo la nueva sociedad socialista.

El curso de la historia de la lucha de clases no comenzó en los EE.UU, en Chicago en 1886, sino que venía desde la esclavitud, de Espartaco en la Roma Imperial, los levantamientos campesinos, artesanos, y otros, contra la nobleza, la realeza, el régimen monárquico, etc. Por esta razón, lo que se representó en Chicago, fue la concentración dialéctica del tiempo en que la humanidad, a través de su creación orgánica, social y productiva, el proletariado industrial, como analizaron Marx y Engels, había producido, el nuevo rol de los obrer@s vendiendo, concentradamente, su fuerza de trabajo, a la nueva revolución industrial.  La que concentraba, desde el poder del naciente capitalismo, una renovada forma de explotación del trabajo, que sin modificar la dependencia del trabajad@r al sistema capitalista, a su vez, el proletariado lograba conquistar, construir, herramientas propias, independientes, de clase.

Hoy, 1ro de mayo de 2023, en que recordamos y rendimos homenaje a los Mártires de Chicago, Michael Schwab, Louis Lingg, Adolf Fisher, Samuel Fielden, Albert R. Parsons, Hessois Auguste Spies, Oscar Neebe, George Engel, lo hacemos en una nueva realidad histórica, en una estructura diferente del proceso revolucionario, dialéctico de la historia de la lucha de clases. Curso que difiere del contorno en que se vivía en el Siglo XIX, en que el capitalismo necesitaba la explotación de la fuerza de trabajo colectiva, imprescindible, de cientos de miles de trabajadores en las grandes fábricas de la época. Trabajadores que antes habian sido campesinos pobres, desalojados de la tierra como en la Rusia zarista, donde los monopolios industriales imperialistas de Inglaterra, EE.UU., Alemania y Francia invertían en razón del bajísimo costo de la mano de obra rusa.

A diferencia de los EE.UU. como en la ciudad de Chicago, o en Londres, donde el proletariado había logrado conquistas sociales, a partir del 1ro. de mayo de 1886, también del susto al sistema capitalista que significó la Comuna de Paris en 1871, procesos hostiles a la concentración capitalista. En cambio, en Rusia, existían  condiciones ofrecidas a las empresas trasnacionales: un enorme plus de ganancia por los bajos salarios, más horas de trabajo, etc. Al mismo tiempo, en la vereda del frente, estaba la miseria en que vivía el proletariado ruso, hasta que en octubre de 1917 desalojaron del poder al Zar, después a Kerensky, su sucesor burgués, en una histórica alianza de soldados y campesinos en los Soviets, dirigidos por Lenin, por Trotsky, por el partido bolchevique, consumando la primera revolución soviética socialista triunfante en la historia de la humanidad.

ESTANFLACION, VALOR DEL TRABAJO, FUNCIONAMIENTO CAPITALISTA Y PROGRESO SOCIAL

El sistema capitalista, su desigual sociedad, ha arribado a la etapa final, a partir de su anterior ciclo de expansión. La herramienta del mercado y su libertad indiscriminada de acción, ha tocado el techo: solo retroalimenta a una pequeña parte de la sociedad, que concentra, lógicamente, la defensa del sistema capitalista. El principal factor – como a finales del Siglo XIX -, se sostiene en la lucha social de clases, que nunca dejó de funcionar como motor y herramienta natural, lógica y profunda, desde la clase explotada, para romper la expropiación de su fuerza de trabajo, única fuente real que crea la “plusvalía”, que concentra, centraliza, el capital, como explicaron Marx y Engels. Esta condición de la historia de la humanidad, ha sido estudiada y analizada por los maestros marxistas, en estos últimos 137 años de la lucha, posteriores al asesinato de los mártires de Chicago en los EE.UU.

La IV Internacional leninista-trotskista-posadista viene planteando desde el año 1988, que, durante la actual fase final de la etapa de expansión del capitalismo, el sistema privado utiliza como norma, la inteligencia científica aplicada a la producción y la productividad. Que, con la cibernética, informática, robotización parcial de la producción etc., acumula no ya la “plusvalía” de los primeros años de capitalismo industrial –  la productividad del campo, los mares-, sino que generaba una nueva condición de explotación de la fuerza del trabajo.

A la que consideramos como “plusvalía aumentada, al concentrarse productivamente”. Una condición nueva, que ya hemos considerado en anteriores manifiestos del 1° de mayo. Condición que se diera a finales del siglo XVII, ya abiertamente en el Siglo XIX, con el progreso de utilización de una fuerza mecánica, la “revolución de las poleas”, amplió la productividad en el campo de la explotación de la fuerza del trabajo humano, el tiempo necesario, los medios utilizados, y fundamentalmente, la aplicación de la fuerza física, el conocimiento, etc., la maquinaria en la ecuación trabajo-costo, de lo producido en tiempo real. Actualmente, una hora de trabajo humano, con medios tecnológicos, se logra multiplicar lo que antes de producía, creando plusvalía concentrada.

Logros que en la organización de una sociedad comunitaria, armoniosa, desenvolvería el proceso productivo con  beneficios enormes para la población, en el capitalismo solo profundiza crisis social, desocupación,  cuando para vivir el sistema, necesita fagocitarse, eliminar competidores, proceso desenvuelto desde el colonialismo al imperialismo,  al mismo tiempo  que concentrarse en un único centro del  capital mundial, Wall Street.

Wall Street, que de por sí no genera mercado adquisitivo en crecimiento, y sino que por el contrario, niega sostener cualquier función social progresiva de la economía. Para explicarlo, en el año 1965, en la Cámara de los Comunes, el Ministro de Finanzas británico, Lan Macleod, usó el término inglés “stagnation”, o “estanflación”, que significa recesión con inflación.

Una economía que lleva inserta la inflación, recesión económica, determinante para impedir “pérdidas del capital”, concentrándolo – inflacionariamente – en la recesión del mercado. Política que beneficia al gran capital empresario, que pauperiza a la clase trabajadora con pérdida del valor adquisitivo del salario, las pensiones, el trabajo remunerado, producto de la venta de la fuerza de trabajo. En este 1ro de mayo, proponemos discutir: “La crisis no es de un gobierno, de otro gobierno, sino del sistema estanflacionario capitalista”.

En el actual 1ro. de mayo de 2023, apareció como contradictorio al funcionamiento de la economía capitalista, la “estanflación”, recesión e inflación.  Ahora, en tiempo y espacio, se muestra que el ciclo de desarrollo capitalista -en una economía cuestionada por lo desigual de lo distributivo -, ha pasado de lo contradictorio a lo negativo, frente a la urgencia y necesidad de cualquier progreso en la historia. El capitalismo se concentra, o desaparece: ¡hacia ahí va!

REBELION DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS: ALIADO DE LA LUCHA DE CLASES

Al curso hacia el 1ro de mayo de 2023, lo calificamos como directa expresión de que la lucha de clases tiene, en la rebelión de las fuerzas productivas, no ya un aliado circunstancial, sino permanente, una constante en el proceso de “revolución-guerra-revolución” que planteara J. Posadas, cuando previó hacia donde se encaminaba el mundo hace 45 años atrás.

Foto: El presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin y el presidente de la República Popular China, Xi Jinping en su reciente encuentro en Moscú.

Ahora estalla en el papel de Ucrania, espolón de proa del nazismo imperialista de la OTAN, desde todos sus desteñidos colores, contra Rusia de base social e histórica soviética, o en Taiwán, contra el Estado Obrero sui generis de la República Popular China. Rusia y China, para el sistema imperialista mundial, son enemigos concurrentes a su “ciega” economía de mercado. Rusia y China oponen con política, planificación estatal, objetivos comunitarios sociales dentro de sus naciones y para el mundo, mostrando a la humanidad que no solo es necesaria, sino totalmente posible, una nueva economía productiva, y de allí a lo distributivo, del mismo modo que en el planeta, defendiendo la naturaleza, el ecosistema. Política opuesta a la vía de la guerra, como la hace el sistema imperialista y la OTAN en Ucrania, también en Siria, Medio Oriente etc. o los bloqueos a Cuba, Venezuela, Nicaragua.

El curso de progreso de la historia se afirma en la acción social y la lucha de los pueblos por la vida digna, el derecho al descanso, vacaciones, el ocio, etc. que hace a recuperar parte de la vida social expropiada por el sistema capitalista. Por esta razón, en este 1° de Mayo del 2023, apoyamos al pueblo francés, que se ha levantado contra la política de Macrón, que pretende expropiar conquistas sociales y Derechos Humanos, el derecho a la vida plena, cuando reduce el tiempo de vida libre, aumentando el tiempo de trabajo. Una condición que se está planteando en todo el mundo capitalista, en Europa, donde el papel de los Estados de bienestar social viene feneciendo progresivamente a la crisis del sistema, abriendo brechas de desigualdad en las relaciones humanas Los trabajadores, organizados o en curso de hacerlo, salen en defensa del trabajo, las conquistas sociales, sindicales, relaciones laborales, de cara a la crisis sistemática del capital.

La consensuada política empresarial hacia los trabajadores migrantes, mano de obra barata, sin derechos sociales, esclavos indocumentados en Europa y EE. UU, procura enfrentarlos a los trabajadores que defienden sus puestos de trabajo, calificada por algunos, como derechización de la clase obrera, absolutamente falsa, en nuestra opinión.

Ahora es Francia, que se levanta, y también Italia, Alemania, España, Inglaterra; o en el centro del sistema capitalista, los EE.UU, donde la crisis social se expresa en el apoyo que obtiene Donald Trump, destapando la olla descompuesta de la crisis del sistema, sobre el que él mismo Trump se sostiene, defiende e intenta salvar.   Debilidad, descomposición estructural, que lleva al sistema a lanzar “guerras en diferentes partes del mundo,” en hacer jugar a Ucrania un rol nefasto, con su gobierno de corrupción, nazificación estructural, todas acciones promovidas por la OTAN, en nombre de la economía neoliberal, contra la nueva económica mundial naciente en la multipolaridad de la globalización natural de la producción mundial, de su PBI.

La globalización del proceso productivo no puede continuar concentrada en solo una pequeña parte de la humanidad, como formula la nueva política exterior de Rusia y China Popular, sino en una gran coalición mundial de los países desarrollados del Oriente, naciones emergentes del Occidente, que no se someten al FMI, Banco Mundial, etcétera. Que tienden a organizarse en el BRICS, el Nuevo Banco de Desarrollo, etc. impulsando la aparición de nuevas formas de economía: una mixtura de economía de Estados revolucionarios, que aun sin transformar su funcionamiento capitalista, intentan darse una salida intermedia, intermedia, entre la función del Estado y del capital.

Apoyamos la construcción de una Patria Grande, saludamos al gobierno de Lula en Brasil, la unidad latinoamericana desde México a la Patagonia, su alianza con los pueblos y naciones de África, Medio Oriente, Rusia, China Popular, Vietnam, Corea del Norte, etc., dentro de un Frente Único Mundial Antiimperialista.

En el 1ro de mayo de 2023, recordamos con pasión anticapitalista a los diez mártires de la lucha por la reducción de las horas de trabajo a 8 horas -cuando se trabajaba 14 y 16 horas, l@s niñ@s desde los 5 años, obligados a justificar su existencia con el trabajo. Hoy, cuando la tarea es la defensa del derecho al trabajo frente a la política de desocupación, miseria, y exclusión del trabajador por la robotización, con salarios miserables, en que la inflación pega en la clase trabajadora y engorda al capital, reivindicamos el derecho a trabajar menos horas, a distribuir las horas de trabajo a tod@s l@s trabajador@s, cuando son productivamente varias veces superiores a las de hace un siglo. Proponemos la distribución de las horas de trabajo con igual ingreso, igual salario para mujeres y hombres.

Proponemos analizar como necesario e imprescindible, que sindicatos, centrales sindicales, movimientos sociales, etc., actúen acordes dentro del actual curso político en alianza con los partidos de la clase trabajadora, movimientos nacionalistas, revolucionarios y antiimperialistas.

En este 1ro de mayo, recordamos finalmente a Marx, a Engels, Lenin, Trotsky, a J. Posadas, a todos los revolucionarios y revolucionarias del mundo que hacen parte indestructible en esta nueva etapa de la historia de la humanidad. Que, reiteramos, no comenzó en el 1886 en Chicago; sí que allí, en Chicago, EE.UU, se plasmó una lucha de la clase trabajadora que es, hasta hoy, garantía de la paz mundial y en la construcción de la nueva sociedad socialista, sin explotados, sin explotadores.

Por el Buró Latinoamericano de la IV Internacional (Leninista-Trotskista-Posadista)

León Cristalli

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