Los tiempos de la derecha y su libertad avanza y el progreso del país

«Por eso la tarea es oponer a la conciliación y el entreguismo de medias tintas,  un programa desde la clase trabajadora, los sectores medios y baja de la clase media, de los pequeños y medianos empresarios, desde las empresas nacionales, etc. hay que enarbolar los programas del progreso nacional, popular revolucionariamente».

Escribe Eliseo Ramírez

Tiene razón la ministra  Bullrich,  cuando dice: «hay que hacer un cambio rápido porque el tiempo es directamente proporcional a la posibilidad de fracaso del plan, cuanto más demores, más posibilidades hay de fracasar» (x).

El tiempo del gobierno de J. Milei está acotado a partir del Paro Nacional de 12 horas y las marchas y manifestaciones que en todo el país y en particular en la Capital donde se manifestaron más de 500.000 y todo el país 1.000.000, que directamente tumbaron la legalidad no solo electoral de un frente reaccionario que en un contubernio político le permitió “ganar formalmente” las elecciones a los dos perdedores de la elección presidencial. J. Milei 29.8% y Juntos por el Cambio 24.3%, de cara al 36.9% de Unión por la Patria.

Un ballotage  que le permitió instalarse a esas dos minorías electorales unidas por intereses comunes para intentar construir un gobierno espurio que no representa los intereses del 80% de la población argentina, y que realmente lo más significativo de ello es que puso en la discusión política del campo de la clase trabajadora en todos sus estamentos, lo que “sinceró el fracaso del gobierno de Alberto Fernández, que con su anuencia y a pesar de sus debilidades, les abrió el camino a la reacción conservadora. Una clase política económica  que de libertarios, a no ser para esa minúscula casta social, no tienen nada y de anarquistas menos porque estos últimos son tan anticapitalistas como los socialistas y comunistas que enarbolamos la verdadera bandera de la libertad social. Esa libertad comunitaria de todos que es garantía de una sociedad nueva que exprese y represente a toda la población y no a una mínima parte de ella, firmemente aferrada al poder del Estado y su permanente relación a través del poder económico, que son las oligopólicas empresas nacionales y transnacionales que son las que generan la “inflación” como ahora tratan de imponer una “estanflación” que significa desocupación, inflación y recesión económica, como ya lo analizamos previsoriamente en tiempo anterior.

Por eso la Argentina ha entrado en un duro camino de reflexión social que le permitirá superar el actual estado de cierta indefensión social generada por los errores graves del gobierno del Frente de Todos en su capacidad de resolver problemas de vida para la clase trabajadora. Proceso que no podía resolverse en dos meses de campaña electoral de S. Massa porque una lógica política indica “por qué no hiciste esto antes durante 4 años”.

Había un curso involutivo electoralmente que se quebró y va ganando espacio y capacidad social para intervenir posteriormente a las elecciones y la toma del gobierno por J. Mileí.  Ese proceso social de masas, en nuestra opinión, se plasmó y estructuró con el paro nacional y marchas en toda la nación del 24 de enero de 2024. 

Por eso creemos que la ministra Patricia Bullrich tiene razón desde su campo político e intereses económico sociales, el decir debemos “ganar tiempo” que es una inteligente política de clase propietaria, a la contracara reformista o pasiva de pedirle permiso al sistema y su conducción dirigida por el FMI. y la criminal deuda externa macrista que se reconoció,  “legitimó”, atacando al país con lo que el FMI dictaminara,  lo que durante los cuatro años del gobierno del Frente de Todos el presidente A. Fernández aplicó más o menos en “tiempo y espacio” y a pesar de las advertencias y llamado de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner a tomar medidas posibles, hasta lógicas en defensa del interés de los trabajadores y la economía del país, y a las que el presidente nunca vio o no quiso ver ni alcanzar para enfrentar justificándose y apoyándose en la política de que no existían “las condiciones y relaciones de fuerza” con que contaba. El caso de la gigante empresa nacional y transnacional Vicentin, dejo en claro que el presidente no estaba dispuesto a enfrentar al establishment, que a la vuelta de esos cuatro años, la derecha, ese establishment, ahora gobierna.  

Esa es no una deficiencia personal del hoy ex presidente, sino estructural de la política del peronismo burgués que cuando debe profundizar en lo que los trabajadores con su apoyo social y político exigen, ahí vacilan, cuando no reculan, en tomar medias profundas, como es en nuestra opinión lo que en sentido contrario, hoy el establishment amparado en el gobierno de Milei intenta aplicar: la refundación de la nación, de la República y una nueva Constitución en la que la Democracia es solo un papel en tinta de agua. Y allí la derecha  si lo intenta lo  hará porque hace a su historia, en el país y el mundo, cuando captura el  gobierno la derecha conservadora y reaccionaria es lograr el poder.

En Europa el presidente de Rusia  de base social soviética, V. Putin, no esperó que la OTAN comandado por el imperialismo desde Ucrania sometida invadiera Rusia, o atacara desde adentro con terrorismos, sabotajes, etcétera. Hizo la “guerra preventiva”, y está derrotándolo. J.Posadas planteo esa estrategia y táctica de aplicación ya en 1970 como una política posible. Los BRICS, la Unión Económica Euroasiática, el nuevo  banco de desarrollo eurooriental,  la intervención de África , Asia y Medio Oriente, etc, es la vía pacífica en que se están construyendo la nueva economía mundial fuera del dominio colonialista imperialista de “Occidente dolarizado”. Y de esta política global de más del 50% de la humanidad se quiere aislar a la Argentina.

Nosotros vemos en este curso que la mayoría social está madurando y profundizando su reflexión, pero lo esencial es como lograr que ello se confirme en una nueva dirección para la conducción de este curso ya existente, expresándose socialmente en todo el país. Como esos millones de votos que desde la misma base del peronismo se fueron al voto crítico, desanimado del FdT, y una parte viró a Milei como la “posibilidad de un cambio  y una “pseudo libertad”, sector que por último a él mismo lo cuestionará y ya lo está haciendo desde adentro.

El papel de los sindicatos, de la CGT, los movimientos sociales, etc, es ahora fundamental para elevar, no una oposición banal, superficial que no va al fondo, al hueso del cuerpo que hoy se está pudriendo en el país y por eso el apuro de la ministra Bullrich.

La clase trabajadora  más allá de Unión por la Patria como frente electoral, ha dado programas de gobierno que sí van a un proceso de reorganización estructural del país en beneficio de toda la población. Ellos son los programas de la CGT y los sindicatos del 1957 en La Falda y Huerta grande en 1962 como los 26 puntos de la CGT de Ubaldini. En ellos están concentradas medias que permiten salir por arriba del laberinto del sistema capitalista, porque abren a una política con la participación de todas las fuerzas que componen el verdadero capital progresivo del país.

Este curso en pleno desarrollo es una experiencia para la región y el mundo, que muestra que no hay avance progresivo y progresista socialmente y en camino a revolucionario políticamente, si no se apoya en ese enorme esfuerzo social que hace la clase trabajadora. Clase que es solidaria, comunitaria y socialmente revolucionaria porque no está atada al capital y su naturaleza de clase, con el individualismo feroz que se deja ver en este gobierno de Milei tras la farsa de “la libertad”, escondiéndose el interés natural  de concentración monopólica del sistema empresarial, aunque ello signifique  la esclavitud y la  muerte con el individualismo feroz de estas corrientes políticas que expresan el final de una era del capitalismo feroz, salvaje.

“Los tiempos de la derecha y su libertad avanza y el progreso del país” han sido acotados por la decisión social de no entregar las conquistas sociales, democráticas, económicas logradas en decenas de años. Y esto lo sabe la dirección política combinada, entre mechada por distintos sectores. La reculada del ministro Caputo, como ciertos reflujos es parte del intento de sacar la Ley Ómnibus, incluso el DNU, muestra un retroceso del gobierno porque en su apuro, calculó mal la reacción mayoritaria de la sociedad. Aun de aquellos que decían “hay que esperar”. El aumento feroz del costo de vida está horadando la base política, social del gobierno. Allí están muriendo todas las promesas “anticasta” de Milei, que finalmente era contra el pueblo trabajador al que aplica  su “motosierra”, Un proceso social imparable y que por ahora  confuso (¿?) en la parcialidad política por la debilidad y contubernio del centro y la derecha parlamentaria, no represente el proceso social como lo mostró el 24/1/2024 que ya está en camino y al gobierno su “motosierra “ se le está dando vuelta y puede serruchar su propio proyecto.

Por eso la tarea es oponer a la conciliación y el entreguismo de medias tintas,  un programa desde la clase trabajadora, los sectores medios y baja de la clase media, de los pequeños y medianos empresarios, desde las empresas nacionales, etc. hay que enarbolar los programas del progreso nacional, popular revolucionariamente.

(x) Ley Ómnibus: contrarreloj, el Gobierno mandó más cambios: por Melisa Molina . Página 12, lunes 29 de enero de 2024.

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