Lula: “Vamos a rescatar a 33 millones de personas del hambre y a más de 100 millones de brasileños y brasileñas de la pobreza”

«El mandato que recibimos, frente a opositores inspirados en el fascismo, será defendido con las facultades que la Constitución le confiere a la democracia. Al odio, responderemos con amor. A la mentira, con la verdad. Al terror y a la violencia, responderemos con la Ley y sus más duras consecuencias».

UN DISCURSO HISTÓRICO PARA EL SOCIALISMO Y LA HUMANIDAD

Thiago de Mello, poeta brasilero: “No somos mejores ni peores. Somos iguales. Mejor es nuestra causa”.

Este 1ro. de enero, fue un día trascendente para Brasil, para la América Latina y el mundo. Luis Inácio, el obrero metalúrgico, nacido en un hogar extremadamente pobre del nordeste de Brasil, de padres analfabetos y 22 hermanos, que se hizo bien de abajo, que resistió la dictadura, asumió por tercera vez la presidencia de Brasil.

Lula, que muy joven abrazó la causa de los trabajadores, integrándose al poderoso Sindicato de Metalúrgicos de Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, del que luego fue su presidente y desde el que lideró la resistencia a la brutal dictadura brasileña.

Lula, que entendió que era imprescindible desafiar al bipartidismo tradicional brasileño y crear un partido que defendiese a los trabajadores. Así, el 10 de febrero de 1980, en el Colegio Sion de São Paulo y con el apoyo de algunos políticos e intelectuales de izquierdas lidera la fundación del PT, el Partido de los Trabajadores y que pocos años después fue decisivo en la fundación de la CUT, Central Única de Trabajadores, unión de muchos sindictos paulistas que hasta ese momento actuaban con firmeza pero dispersos.

El mismo Lula que creció con su pueblo, que fue tres veces candidato presidencial hasta lograr el domingo 27 de octubre de 2002 ser electo presidente de la República Federativa de Brasil y que asumió la presidencia el 1°. de enero de 2003, tras ganar las elecciones en segunda vuelta con el mayor número de votos de la historia democrática brasileña en su momento, 52 400 000 votos, alcanzando el 61 % de los sufragios. En su discurso de toma de posesión, Lula declaró, visiblemente emocionado: “Y yo, que durante tantas veces fui acusado de no tener un título universitario, consigo mi primer diploma, el título de presidente de la República de mí país”.

Gobernó Brasil teniendo como norte permanente a los más necesitados, al pueblo pobre de su país. Llevó adelante una política económica y social dirigida fuertemente a reducir la desigualdad, en un país como Brasil que históricamente ha sido y es uno de los más desiguales del planeta.

Y lo logró, como más adelante lo lograra también Tabaré en Uruguay, como lo hicieron Néstor y Cristina Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia, Andrés Correa en Ecuador y el propio Hugo Chávez en Venezuela. Como lo están intentando Gabriel Boric en Chile y Gustavo Petro en Colombia.

En los dos primeros gobiernos del presidente Lula  más de 20 millones de brasileños y brasileñas dejaron de vivir en favelas, es decir, más del 10% de la población de Brasil, lo que representaba al 40% del total de la población que vivía en favelas. Entre 2003 y 2010 más de 25 millones de brasileños fueron rescatados de la pobreza.

Doce años después, Lula asumió ayer, en un hecho histórico para la humanidad asumió por tercera vez la presidencia de Brasil, y lo hizo con el brutal respaldo político que significa haber alcanzado más de 60 millones de votos, la mayor votación en la historia de las democracias occidentales del mundo y el desafío brutal de lograr algo que todas y todos los brasileños puedan alimentarse correctamente a diario y vivir dignamente.

Su discurso de toma de mando ante el Congreso Nacional fue impactante y no tuvo el menor miramiento al caracterizar la brutal herencia de desigualdad social y extrema pobreza a la que sometió al país el saliente presidente Bolsonaro. De su discurso, una pieza oratoria que quedará en lo mejor de la historia política del socialismo y la humanidad, rescatamos las siguientes frases.

ALGUNAS  DE LAS FRASES MÁS IMPORTANTES DEL DISCURSO DE LULA

«Por tercera vez asisto a este Congreso Nacional para agradecer al pueblo brasileño por el voto de confianza que recibimos. Renuevo mi juramento de fidelidad a la Constitución de la República».

«Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña y al frente democrático que formamos. La democracia fue la gran vencedora, superando la mayor movilización de recursos públicos y privados jamás vista; las amenazas más violentas a la libertad de voto».

«Al regresar a este pleno de la Cámara de Diputados, donde participé en la Asamblea Constituyente de 1988, recuerdo con emoción los enfrentamientos que tuvimos aquí, democráticamente, para inscribir en la Constitución el más amplio conjunto de derechos sociales, individuales y colectivos».

«Cuando fui elegido presidente por primera vez, junto a José Alencar, comencé mi discurso de toma de posesión con la palabra “cambio”. El cambio que pretendíamos era simplemente implementar los preceptos constitucionales. El derecho a una vida digna, sin hambre, con acceso a empleo, salud y educación».

«Nuestro mensaje a Brasil es de esperanza y reconstrucción. El gran edificio de derechos, soberanía y desarrollo que construyó esta Nación ha sido sistemáticamente demolido en los últimos años. Es a la reconstrucción de este edificio que vamos a dirigir todos nuestros esfuerzos».

«En 2002 dijimos que la esperanza había vencido al miedo, en el sentido de vencer los miedos ante la elección sin precedentes de un representante de la clase obrera. En ocho años de gobierno dejamos claro que los temores eran infundados. De lo contrario no estaríamos aquí de nuevo».

«Se demostró que un representante de la clase trabajadora sí podía dialogar con la sociedad para promover el crecimiento económico de manera sostenible y en beneficio de todos, especialmente de los más necesitados».

«Quedó demostrado que sí era posible gobernar este país con la más amplia participación social, incluyendo a los trabajadores y los más pobres en las decisiones presupuestarias y de gobierno».

«A lo largo de esta campaña electoral vi brillar la esperanza en los ojos de un pueblo que sufre, producto de la destrucción de las políticas públicas que promovían la ciudadanía, los derechos esenciales, la salud y la educación».

«El diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición es espantoso. Vaciaron los recursos de salud. Desmantelaron la Educación, la Cultura, la Ciencia y la Tecnología. Destruyeron la protección del Medio Ambiente. No dejaron recursos para almuerzos escolares, vacunas, seguridad pública».

«Es sobre estas terribles ruinas que asumo el compromiso, junto con el pueblo brasileño, de reconstruir el país y hacer de nuevo un Brasil de todos y para todos».

«Ante el desastre presupuestario que hemos recibido, he presentado propuestas al Congreso Nacional que nos permitirán apoyar a la inmensa capa de población que necesita del Estado para sobrevivir. Agradezco a la Cámara y al Senado su sensibilidad ante las urgencias del pueblo brasileño».

«Ninguna nación se ha levantado ni puede levantarse sobre la miseria de su pueblo. Este compromiso comienza con la garantía de un Programa Bolsa Familia renovado, más fuerte y más justo, para atender a quienes más lo necesitan».

«Nuestras primeras acciones tienen como objetivo rescatar a 33 millones de personas del hambre y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños y brasileñas, que han llevado la carga más dura del proyecto de destrucción nacional que hoy termina».

«La libertad que siempre hemos defendido es vivir con dignidad, con plenos derechos de expresión, manifestación y organización. La libertad que predican es oprimir a los vulnerables, masacrar al adversario e imponer la ley del más fuerte por encima de todas las leyes. El nombre de esto es barbarie».

«A partir de hoy se volverá a dar cumplimiento a la Ley de Acceso a la Información, el Portal de la Transparencia volverá a cumplir su función, se volverán a ejercer los controles republicanos para defender el interés público».

«No llevamos ningún espíritu de venganza contra quienes intentaron subyugar a la Nación a sus designios personales e ideológicos, pero garantizaremos el estado de derecho. Los que erraron responderán de sus errores, con amplio derecho de defensa, dentro del debido proceso legal».

«El mandato que recibimos, frente a opositores inspirados en el fascismo, será defendido con las facultades que la Constitución le confiere a la democracia. Al odio, responderemos con amor. A la mentira, con la verdad. Al terror y a la violencia, responderemos con la Ley y sus más duras consecuencias».

«Bajo los vientos de la redemocratización, dijimos: ¡dictadura nunca más! Hoy, luego del terrible desafío que hemos superado, debemos decir: ¡democracia por siempre!».

«En diálogo con los 27 gobernadores vamos a definir prioridades para retomar obras irresponsablemente paralizadas, de las cuales hay más de 14 mil en el país. Vamos a retomar Minha Casa Minha Vida y estructurar un nuevo PAC para generar empleos a la velocidad que requiere Brasil».

«Impulsaremos las pequeñas y medianas empresas, potencialmente las mayores generadoras de empleo e ingresos, el espíritu empresarial, el cooperativismo y la economía creativa. La rueda económica volverá a girar y el consumo popular desempeñará un papel central en este proceso».

«Brasil puede y debe estar a la vanguardia de la economía global. Corresponderá al Estado articular la transición digital y llevar la industria brasileña al siglo 21, con una política industrial que apoye la innovación, estimule la cooperación público-privada y fortalezca la ciencia».

«Ningún otro país tiene las condiciones de Brasil para convertirse en una gran potencia ambiental. Vamos a iniciar la transición energética y ecológica hacia una agricultura y minería sustentables, una agricultura familiar más fuerte y una industria más verde».

«Nuestro objetivo es lograr cero deforestación en la Amazonía y cero emisiones de gases de efecto invernadero en la matriz eléctrica, además de incentivar la reutilización de pastos degradados. Brasil no necesita deforestar para mantener y expandir su frontera agrícola estratégica».

«Fomentaremos la prosperidad en la tierra. La libertad y la oportunidad de crear, plantar y cosechar seguirán siendo nuestra meta. Lo que no podemos admitir es que es una tierra sin ley. No toleraremos la violencia contra la gente pequeña, la deforestación y la degradación ambiental».

«Es inaceptable que negros y morenos sigan siendo la mayoría pobre y oprimida. Creamos el Ministerio para la Promoción de la Igualdad Racial para ampliar la política de cuotas, además de retomar las políticas dirigidas a negros y pardos en salud, educación y cultura».

«Estamos refundando el Ministerio de Cultura, con la ambición de retomar con mayor intensidad las políticas de incentivo y acceso a los bienes culturales, interrumpidas por el oscurantismo en los últimos años. Una política cultural democrática no puede temer a las críticas ni elegir favoritos».

«Que broten todas las flores y se cosechen todos los frutos de nuestra creatividad, que todos la disfruten, sin censuras ni discriminaciones».

«Es inadmisible que las mujeres reciban menos que los hombres, desempeñando la misma función. Que no sean reconocidos en un mundo político sexista. Que sean acosados con impunidad en las calles y en el trabajo. Que sean víctimas de violencia dentro y fuera del hogar».

«También estamos refundando el Ministerio de la Mujer para demoler este castillo centenario de desigualdad y prejuicio».

«Bajo la protección de Dios, inauguro este mandato reafirmando que en Brasil la fe puede estar presente en todas las viviendas, en los diferentes templos, iglesias y cultos. En este país todos podrán ejercer libremente su religiosidad».

«El período que acaba de terminar estuvo marcado por una de las mayores tragedias: el Covid-19. En ningún otro país el número de víctimas mortales fue tan alto en proporción a la población como en Brasil, uno de los países mejor preparados para enfrentar emergencias sanitarias».

«El Ministerio de Justicia y Seguridad Pública actuará para armonizar los Poderes y entidades federativas con el objetivo de promover la paz donde sea más urgente: en las comunidades pobres, en el seno de las familias vulnerables al crimen organizado, las milicias y la violencia, venga de donde venga».

«Estamos revocando los decretos penales para ampliar el acceso a armas y municiones, que causaron tanta inseguridad y tanto daño a las familias brasileñas. Brasil no quiere más armas; quiere paz y seguridad para su pueblo».

«El modelo que proponemos, aprobado en urnas, sí exige un compromiso de responsabilidad, credibilidad y previsibilidad. No podemos hacer otra cosa. Tendremos que hacerlo mejor».

«Los ojos del mundo estaban puestos en Brasil en estas elecciones. El mundo espera que Brasil vuelva a ser líder en el enfrentamiento de la crisis climática y ejemplo de país social y ambientalmente responsable, capaz de promover el crecimiento económico con distribución del ingreso».

«Brasil tiene que ser dueño de sí mismo, dueño de su destino. Tiene que volver a ser un país soberano. Con soberanía y responsabilidad seremos respetados para compartir esta grandeza con la humanidad, en solidaridad, nunca con subordinación».

«La relevancia de las elecciones en Brasil se refiere, finalmente, a las amenazas que viene enfrentando el modelo democrático. En todo el planeta se articula una ola de extremismo autoritario que difunde el odio y la mentira a través de medios tecnológicos que no están sujetos a controles transparentes».

«Reafirmo, para Brasil y para el mundo, la convicción de que la política, en su más alto sentido, y a pesar de todas sus limitaciones, es el mejor camino para el diálogo entre intereses divergentes. Negar la política, devaluarla y criminalizarla es el camino de las tiranías».

«Mi misión más importante será honrar la confianza recibida y responder a las esperanzas de un pueblo que sufre, que nunca perdió la fe en el futuro ni en su capacidad para superar los desafíos. Con la fuerza del pueblo y las bendiciones de Dios tendremos que reconstruir este país».

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