Lo trascendente es que el Gobierno del Uruguay no pierde su relación con lo mejor de la lucha de clases en el mundo

El problema central de la sociedad uruguaya, del Uruguay como país, es como seguir desenvolviendo un curso combinado de la economía capitalista, que es la que predomina y organiza la vida económica del país, con lo que exige la crisis que el mismo sistema capitalista genera, en particular para la clase trabajadora.

De la misma manera que “no hay socialismo en un solo país” como dijo don León Trotski, si hay una etapa de transición prevista por don León y J.Posadas, y que esta etapa planteamos lo que es la “transitoriedad” del curso que significa la combinación del progreso social colectivo y los medios para poder transformar lo transitorio en transición. Y estos tres gobiernos, en particular el primero y el tercero está claro en ese objetivo de avanzar afirmando los progresos.

Porque ningún sector del sistema capitalista ha perdido ni un centavo ni ha dejado de acumular plus valía de la fuerza del trabajo en estos casi tres gobiernos del Frente Amplio.

Y eso no debe asustarnos sino comprenderlo porque el curso no se desarrolla igualitariamente en todo el mundo.

El proceso dialectico de maduración social, político, es decir de una dirección política, así como la economía, que significa las fuerzas productivas en qué dirección avanzan o retroceden, no son iguales en Grecia, Argentina, Rusia, Venezuela, México, China o Uruguay. Pero sí son las necesidades que plantea la crisis mundial del sistema capitalista que ha tenido que parir un Donald Trump impensado en otras épocas y ahora se genera un Bernie Sanders que amenaza con cambiar ciertas partes centrales de las reglas del funcionamiento del capitalismo.

No hay curso involutivo hay un sinceramiento del curso histórico de la lucha de clases y eso lo vemos en China, Rusia, pero también en la crisis de Venezuela y la incongruencias y debilidad de las direcciones en nuestros países.

En Uruguay Tabaré Vázquez, viene de otra relación con la vida y la lucha de clases, siente que esta etapa debe quedar como progreso, lo que puede pasar en forma inadvertida en lo que es y hace a lo dialectico.

En la Renta Nacional se apoya la política capitalista de la Economía en la que está desde los gobiernos y la propiedad privada de los medios de producción decide cómo se distribuye en la forma inequitativa apropiándose de la plusvalía producida dejando a la fuerza del trabajo papel inferior de sostén de la vida.

Con la lucha de clases el capitalismo cede parte de la Renta Nacional a los trabajadores además de generar mercado de consumo de las mercancías producidas pero socialmente reducidas. Por ello los gobiernos populares, nacionalistas antiimperialistas enfrentan en la transitoriedad de la etapa como desenvolver la economía productiva apoyada en los progresos de la ciencias y en particular de la tecnología que aumenta la productividad y baja los costos de producción en una distribución nueva revolucionaria de la economía, que de mercado pasa a ser social.

Una política que rompa el circuito burgués capitalista de concentración y reproducción permanente base del capitalismo superando una “distribución misionera, cristiana”, de una pequeñísima porción de la renta nacional, no de la plus valía, que se sigue concentrando en la organización bancaria y financiera del sistema.

Sino que es necesario avanzar en todo lo que hace al trabajo y la distribución de las horas de trabajo, entre los que pueden desempeñarlo porque el actual sistema en su crisis expulsa la mano de obra o fuerza de trabajo por la robotización y concentración productiva con alta tecnología sobre la que venimos planteando desde 1988 es la forma del capitalismo imperialista en que la fuerza del trabajo produce una “Plusvalía Concentrada” que reduce el tiempo de producción y con menor participación de la mano de obra. Esa es la base mundial de la crisis del sistema que el capitalismo no puede superar, incluso con guerra mundiales interimperialistas como en otros tiempos, y se traslada a la “Guerra Comerciales” al mismo tiempo que mantiene sus aparatos militares imperialistas en “guerras focalizadas” a los que suprime o estimula según su intereses regionales o del imperialismo.

Esta condición no es nacional, sino mundial del actual curso de la historia y frente a ella se levanta la objetiva alianza histórica d la lucha de clases y la rebelión de las fuerzas productivas que son la base de la crisis mundial del capitalismo.

URUGUAY ES PARTE DE LA NUEVA SOCIEDAD EN CONSTRUCCION: En el Uruguay, el Frente Amplio, que cuenta con el PITCNT, transformo una realidad dividida entre la lucha sindical y la lucha política. En 1994 propusimos “El Frente Amplio al Gobierno, el PIT CNT al poder”.

Aunque no se dio en forma preestablecida, si se hizo de manera socialmente política. Una alianza objetiva de la clase junto a parte de una dirección política, donde la acción de Tabaré Vázquez tuvo y tiene un papel y una base esencial para el desenvolvimiento de los Gobiernos del Frente Amplio.

No creamos que el imperialismo no hizo mil maniobras para tirar abajo la experiencia exitosa de tres Gobiernos del Frente Amplio. Ahora vamos por el 4° Gobierno.

Tabaré Vázquez lo mostro en su intervención en el Antel Arena. Comprende, sabe leer las condiciones sociales y políticas del país, junto a la crisis de una mini economía, como la del Uruguay que teninedo la presión de Brasil y Argentina, la enfrenta haciendo malabares con decisiones que más que efectistas están condicionadas por las relaciones mundiales de funcionamiento del sistema capitalista.

Lo trascendente del curso es que el Gobierno del Uruguay no pierde su relación con lo mejor de la lucha de clases en el mundo. Tabaré Vázquez expresa una línea de acción progresiva en el desarrollo del país, buscando armonía entre los productores y el mismo sistema, para poder sobrevivir, sin retroceder, en lo que hace a la política exterior, que es, incluso como solía decir Juan D. Perón: “la que decide, y única importante”.

El pueblo, la masa trabajadora del campo y la ciudad, no se equivoca socialmente pero puede hacerlo políticamente.

La elección presidencial que se realizara en Uruguay no es una elección más por el contrario va a ser la respuesta de los trabajador@s del campo y la ciudad de Uruguay pero también de Bolivia, Argentina para siendo parte incorporada por la historia desenvolver la contraofensiva de la clase ante la embestida imperialista neoliberal. Por eso que será tan crucial como la de Bolivia y la República Argentina, en un mismo día de octubre próximo.

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