“Espalda con espalda”: contundente rechazo al proyecto patronal que pretende enterrar negociación colectiva

«El presidente pierde pie en la sociedad, el famoso derrame no llega, etc., el proyecto de ley hace caer la negociación colectiva y el PIT-CNT afirma que es una cuestión de interés de la clase trabajadora en su conjunto, cuando se propone cambiar las reglas, colocando a Uruguay entre las naciones que flechan la cancha en beneficio del empresariado».

Las Cámaras Empresariales de Industria y de Comercio, hace 12 años, de paso, para afectar al Gobierno de Frente Amplio, realizaron una protesta ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En esta misma vía – aunque no coinciden exactamente en todo, por ejemplo, la Cámara de Industria le hace observaciones – el Poder Ejecutivo ha enviado al Parlamento hace meses, un proyecto de Ley que cambia el cómo se procesaran en el futuro las relaciones laborales de ser aprobado, claro.

Su argumento estriba en la necesidad de alinear los vínculos laborales obrero-patronales, a parámetros internacionales. A nuestro criterio, en otras palabras: imponer mediante legislación, objetivos generales y específicos del funcionamiento del sistema capitalista. La OIT, durante el transcurso del año 2019, incluyó al Uruguay en la “lista negra”, junto a naciones que no respetan convenios y libertades laborales, a partir – justamente – de la denuncia. OIT intimó al Uruguay, al cabo de diez años, lo que puede estar significando de que la organización no esta tan segura de la definición que adoptó. Ya durante el último Gobierno del Frente Amplio, el Presidente Tabaré Vázquez, había enviado un proyecto, que los parlamentarios del Frente Amplio resolvieron no tratar, alineándose de hecho con la posición del PIT CNT y sindicatos.

Durante la última campaña electoral, Luis Lacalle se comprometió ante las Cámaras empresariales a enviar un proyecto de Ley para modificar las relaciones laborales. ¡Pero…! las Cámaras no están del todo conformes, porque no se elimina – como las patronales pretenden –  la intervención del Estado, no ya en la fijación de los salarios mínimos por categoría, sino que el proyecto lo mantiene en el tratamiento del resto de condiciones de trabajo.

Las Cámaras pretenden que esta acción se realice en forma de acuerdos bipartitos, no tripartitos. Como analizan estudiosos del tema: en los Consejos de Salarios existe y pesa la historia, tradición y trayectoria de que en la negociación tripartita se acuerda sobre todas las categorías, no exclusivamente sobre salarios mínimos.

Absolutamente la totalidad de las cámaras patronales se han pronunciado contra la intervención estatal en la fijación de la legislación que regula las relaciones en el trabajo. Esta es solo una línea dentro del conjunto del proyecto de Ley; En opinión del PIT CNT, representaría un notable retroceso en lo antes logrado por las organizaciones obreras, un objetivo donde coinciden las cámaras y el Poder Ejecutivo, si bien mantienen diferencias.

Las Cámaras sostienen, en OIT, que la legislación laboral votada durante los Gobiernos del Frente Amplio no formó parte del dialogo social, además de observar que las ocupaciones de los lugares de trabajo, en caso de conflicto. son siempre ilegales. Una cuestión que la OIT, no cuestiona, mientras sea “pacifica”. Agregan las organizaciones empresariales que los Gobiernos en el Uruguay intervienen en demasía en la elaboración de los convenios colectivos. Sin embargo, según afirma Hugo Barretto – catedrático de Derecho al Trabajo y Seguridad Social de la Udelar: “desde el año 1943 existe intervención del Estado en negociaciones tripartitas, pero no en la elaboración de convenios colectivos de trabajo, lo que son cosas distintas”.

El PIT CNT no ha hecho cuestión, por ahora, a la exigencia de que los sindicatos deban contar, obligatoriamente. con personería legal, jurídica. Muy distinto es la exigencia que las cámaras y el Poder Ejecutivo proponen quede firme en la Ley: cuando una empresa no pueda negociar y acordar con un sindicato, porque no existe, dejar abierto a que el acuerdo se realice con “representantes del personal”. Esto significa lisa y llanamente, que la patronal termine definiendo la representación de los trabajadores.

El PIT CNT ha demostrado que la defensa de los intereses de los trabajadores, se realiza promoviendo la organización sindical de base, y que en su defecto, el Convenio Colectivo lo acuerden las patronales con el sindicato por sector, o rama.

El raro nombre de “ultra actividad” es presentado como el gran asunto a dilucidar: cuando finaliza un acuerdo, hasta la firma de un nuevo contrato de trabajo, el nuevo convenio colectivo, el anterior, sigue vigente. Es decir, no caen, no se anula, el acuerdo pasado. El proyecto del Poder Ejecutivo, aunque la OIT no se lo exigió al Gobierno, conduce a la anulación a hacer primar la decisión del empresario. Por ejemplo, dilatando la firma de un convenio, chantajeando a los trabajadores, bastardeando los vínculos laborales, jugando con los tiempos y la necesidad. Las condiciones de trabajo quedarían, de aprobarse el proyecto del Poder Ejecutivo, anuladas para el “conjunto de las empresas a las que alcance el convenio colectivo”.

El tiempo histórico, internacional y nacional, juega en contra del gobierno. Mientras la coalición de gobierno comienza a fisurarse. El presidente pierde pie en la sociedad, el famoso derrame no llega, etc., el proyecto de ley hace caer la negociación colectiva y el PIT-CNT afirma que es una cuestión de interés de la clase trabajadora en su conjunto, cuando se propone cambiar las reglas, colocando a Uruguay entre las naciones que flechan la cancha en beneficio del empresariado.

Raúl Campanella

Partido Obrero Revolucionario

Frente Amplio

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