El papel del Estado y las Fuerzas Armadas en etapa de transición hacia una nueva sociedad

Foto: Gral. Carlos Prats, militar chileno, comandante en jefe del Ejército de Chile, ratificado por el presidente Salvador Allende, gobierno en el que se desempeñó como ministro del Interior, de Defensa Nacional y  Vicepresidente de la República. Fue asesinado junto a su esposa en Buenos Aires, el 30 de septiembre de 1974. En la toma, al centro, junto a Salvador Allende y otros comandantes en jefe de las fuerzas armadas de Chile, durante una Parada Militar.

Escribe León Cristalli

El papel de las Fuerzas Armadas no se resuelve dentro de los cuarteles sino en la vida en sociedad, donde los militares, las FF.AA, en sus tres armas sean parte indivisible del pueblo trabajador. Son servidores públicos que provienen en su inmensa mayoría, de la clase trabajadora. Su función no puede desligarse de la vida y el progreso de los pueblos, por el contrario, hacen al progreso social que determina su función como organismo de defensa del progreso de la sociedad.

Por ahora la sociedad está dividida por el interés de la clase explotadora que confronta contra la unidad de la humanidad, generando una política aislacionista de las FF.AA. Guerras regionales y mundiales, a través de la historia, han sido generadas por intereses particulares de la clase explotadora de la fuerza del trabajo, absolutamente ajenos al interés de la humanidad.

En esa contradictoria condición que tiene su fundamento en la actual división de clases, no incorpora al militar, sino que tiende a aislarlo, como lo fundamentó J. Posadas: “la soledad del uniforme”, utilizado como “carne de cañón del poder económico”. La actual condición histórica, incluye a las FF.AA, como parte de la vida y la sociedad, en forma independiente de la función que la sociedad capitalista le confiere a las FF.AA.

El desarrollo del curso revolucionario de la historia, de la misma manera que con el Estado Nacional, cuando se desarrolla en función de progreso, deviene a una nueva función, absolutamente revolucionaria. Políticamente abre puertas a nuevas relaciones humanas, y desde ahí, a la economía, la producción, y la fundamental distribución de la renta nacional.

EL IMPERIALISMO SUSTITUYÓ FF.AA REPRESIVAS POR EL PODER JUDICIAL

Por esta razón, cuando J. Posadas hace ya 50 años analizó el papel de los militares ante la política de concentración del sistema capitalista en imperialista, predijo que las FF.AA ya no serían una necesidad para sostener la dominación de una clase sobre la otra. La función de las FF.AA derivó en secundaria. El sistema, creó entonces las mafias serviles judiciales junto a una policía gendarme de represión que la secunda. El sistema necesitaba avanzar en transformarlas en “policías militares”, fuertemente represivas contra la lucha social y la dignidad de los trabajadores.

LOS MILITARES NO PUEDEN TRANSFORMARSE EN POLICIA ARMADA, SOCIALMENTE REPRESIVA

Con la supuesta desaparición de la URSS y la lucha por el socialismo, el sistema capitalista imperialista generó ideológicamente una nueva etapa que enterró el eje anterior independentista, patriótico, que exigía una sola nación, como el capitalismo lo hizo en EE.UU. El sistema avanzó en una dirección contraria, exacerbando la defensa de una patria falsa, dividió Latinoamérica, le dio nueva función a las FF.AA, dentro de la democracia burguesa formal, un nuevo papel alejado de sus orígenes reales, el pueblo armado.

Así las FF.AA quedaron dependientes y cooptadas por el sistema capitalista, fueron su brazo armado, garantes incondicionales, sin debate alguno, de un papel y función histórica que iba en dirección de imponer una política de esclavitud del ser humano. En el curso actual, de tecnología incorporada, armas nucleares, “globalización” político – económica del sistema, como se muestra en Ucrania, utiliza las FF.AA para atizar la guerra contra el pueblo y gobierno de la Federación Rusa. Mañana intentaran utilizarlas en Taiwán contra la República Popular China y su gobierno; mientras desde Europa y EEUU, funciona una OTAN totalitaria, no en “defensa de la Democracia Social y el Progreso de la Humanidad”, sino de intereses imperiales de algunos países del área, no de sus pueblos.

Venezuela con Hugo Chávez, el ejército bolivariano socialista; las FFAA del Perú, con el Gral. Juan Velasco Alvarado, lograron imponer un Estado Revolucionario de transición a una nueva sociedad. En la historia los hay muchísimos más militares antiimperialistas, en México, Chile, Guatemala, Bolivia, Argentina, Uruguay, Brasil.

Por esta razón, a los militares, a los que se les hace aparecer como dictaduras asesinas – en algunos países han jugado ciertamente ese papel-, nunca se ha procurado demostrar que, en realidad, las FF.AA estuvieron cooptadas y/o fueran sometidas en su cúpula dirigente, por la clase dominante de la economía, que empujó a hacerlas jugar el sucio papel represor. Después, el sistema capitalista, las “condena”, dejando fuera a sus mentores, organizadores intelectuales y financieros de las dictaduras, siempre civiles, aliados al centro mundial imperialista.

Los posadistas siempre calificamos a las dictaduras cívico-militares: es la oligarquía, la gran burguesía, las que utilizan a las FF.AA, sin consideración, exponiéndolos al desprecio de la vida y bienestar de sus pueblos, en definitiva, “carne de cañón”, sostenida en un funcionamiento supuestamente disciplinario, totalmente anti científico, irracional, inhumano, que se impone a las FF.AA.

En Argentina se vivió en la justa recuperación y guerra pos recuperación de “Islas Malvinas”, cuando el mismo Ejército analizó y graficó el “Informe Rattenbach“, el que mostró, directa e indirectamente, lo que hace al funcionamiento de las FF.AA. y su dependencia a la política del sistema. Una condición que va contra el origen, su creación, contra la libertad personal, y contra la vida colectiva, socialmente integrada. Sin embargo, las FF AA han mostrado que pueden ser la antítesis de la función asignada por el sistema capital-imperialista, cuando acceden a jugar su función, unidas a los pueblos.

Es necesario discutir el papel de las FFAA en el Siglo XXI, en un mundo polarizado, estafadoramente “globalizado”, en realidad, sometido por el imperialismo, la OTAN y una ONU que han sido desfasadas por el curso de la historia. En la vereda de enfrente, contra esta pseudo “globalización imperialista”, ha aparecido, con fuerza global mayoritaria, el BRICS (1), una nueva economía mundial, recientemente reafirmada por los gobiernos de la Federación Rusa y de China Popular.

En la región, en la Patria Latinoamericana, la función del militar tiene otra dimensión y perspectiva, como aliados a las fuerzas productivas y distribución social de los progresos conquistados por el valor del trabajo.

Es necesario, como analizó J. Posadas, romper la soledad del militar, obligado por el sistema a una vida regresiva, socialmente aislado, cuando en determinadas circunstancias llega a obligarlo a esconder su uniforme y función en razón del sistema político de dominación y explotación de la fuerza del trabajo, alejado de la vida comunitaria, solidaria Cuando las FF.AA acceden a construir otro vínculo con la sociedad, han mostrado capacidad de inserción social, partiendo de su esencia social, como una parte del pueblo.

Las FF.AA. deben ser una de las bases de defensa de la Democracia Social de las naciones, capacidades con que cuenta la organización militar,  transformadas hacia una dinámica relación entre proceso productivo y necesidades de la sociedad, parte constructiva del PBI. En algunas naciones, ya lo son, cuando cuentan con la posibilidad de la centralidad y capacidad para aplicar tecnología, etcétera. Es necesario, analizar a fondo el “papel del individuo en la historia”, analizar la función del individuo militar, incorporándolo como una, entre todas las individualidades. Los ejércitos, cuando son integrados a la vida social, no se transforman ni en asesinos, represores, etc. sino parte de la clase que construye la sociedad.

Contra esta concepción natural del militar, contra el sentido de la elección de una carrera como servidor social, el imperialismo lucha denodadamente en separar a las FF.AA de la sociedad, de la familia, de relaciones humanas, que el militar comprende como cualquier ser humano. Lo colocan como artífices de la guerra, batallas que han dejado de existir como las guerras de fronteras, rotas por la “globalización económica”. Se trata, hoy, de mantener paz como instrumento del progreso de la historia.

La disciplina militar es una creación, no en defensa de un país y la sociedad, sino para imponer subordinación intelectual y física del militar, cualquiera sea su grado, a la política el sistema privado de explotación. Cuando desde filas militares, surgen defensores de los intereses de la población, los sancionan, o directamente los asesinan, como ha ocurrido en toda América Latina, en particular; o en Burkina Faso contra Thomas Sankara, en Bolivia, J.J. Torres, el Gral. Carlos Prats de Chile, Omar Torrijos en Panamá, etc.

DISCIPLINA Y DERECHO A ORGANIZACIÓN PROFESIONAL SINDICAL, EN TODOS LOS GRADOS

La organización profesional sindical de los militares de todos los grados, no rompe para nada la disciplina propiamente militar: por el contrario, resulta en un instrumento que contrarresta la sujeción que ejerce el mando desde cúpulas políticas de clase, defensoras del sistema e intereses privados,, que intentan sujetar al militar en función de intereses de la oligarquía y el imperialismo, oponiéndolo a los derechos e intereses de la población, para nada ajenos ni opuestos a los intereses de la inmensa mayoría de integrantes de las FF.AA. .

Actualmente, el sistema capitalista, dio un salto de saltimbanqui desde su poder de control social absoluto, su política de clase opresora, utilizando el Poder Judicial y derivados, creando “partidos judiciales” en varias naciones del área americana. Instrumentos, personajes cooptados y/o cohesionados por la cúpula explotadora de poder capitalista, donde fenece la vigencia de la Constitución Nacional, la jurisprudencia basada en el derecho romano, que permanecen como meros enunciados, nunca aplicados, ignorados, prostituidos, como ocurre en la República Argentina, con la condena sin ningún mérito acusatorio, un juicio sin pruebas, a la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner; o en Brasil, la muerte cívica que decretaron contra Lula da Silva. Entonces, no existe tal “Poder Judicial”, sino una Dictadura Judicial, que actúa por sobre los derechos de la sociedad.

Los sindicatos, los partidos, profesionales de todas las disciplinas – como los militares-, deberían abandonar debates sin sentido de progreso, sobre el papel, en abstracto, de las Fuerzas Armadas Por el contrario, sosteniéndose en la historia, -que en la región incluye las luchas independentistas del siglo XIX- darle sentido propositivo a una necesidad evidente.

Los militares, en su mayoría, muestran, en los últimos años, que en América Latina, no quieren continuar siendo “carne de cañón del sistema, de políticas, que atrasan la historia”. Es en esta vía, en nuestra opinión, que se encuentra el camino del progreso de la historia, y la construcción de una nueva sociedad.

 León Cristalli

fundacion.j.posadas@gmail.com

(1)       China Popular, Brasil, Rusia, India y África del Sur, identifica acuerdos globales de naciones de grandes dimensiones demográficas y/ geográficas, convirtiéndose en un peso contrahegemónico frente al imperialismo EE UU, Unión Europea, Japón,

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