Declaración: Ante la separación de Rafael Michelini como Secretario Político del Frente Amplio

Montevideo, abril 14, 2020.

1.- Fue una decisión adoptada al margen de la Mesa Política Nacional, disgregativa del Frente Amplio,  decisión de la que fuimos excluidos, que pone de relieve una crisis de conducción previa, agravada por  la desaparición del compañero Tabaré Vázquez, que intervino siempre como bloque de contención de las crisis, unificando las bases de sustento social del Frente Amplio. Esta es una conducción política mayoritaria que se aleja del Frente Amplio fundacional de 1971. 

2.- No llegaron a pesar en estas decisiones las bases organizadas del Frente Amplio. Resulta, finalmente, una política de adaptación a la formalidad pseudo democrática, no participativa, una aparente realidad generada por de los medios, no sostenida en la discusión abierta de las bases sociales del Frente, que fomenta que se desenvuelva una corriente conservadora que no representa nuestro origen, las necesidades del pueblo organizado, refugiándose en una política que termina siendo pro sistema, cuando justifica la exclusión del Secretario Político como una genuflexión.

3.- El Frente Amplio logró desde el Gobierno Nacional desenvolver los principios de un nuevo Estado revolucionario, que se acercó al pueblo, sus necesidades y lucha social, durante 15 años. Una política afianzada en la conciencia social, solidaria, colectiva, socialista, del pueblo uruguayo, que convive con un conservadorismo propio de un país absolutamente dependiente del exterior, blindando el buen pasar de algunas capas que se representan al interior del Frente Amplio

4.- La coalición de partidos y grupos políticos, personalidades independientes, junto a la corriente militar antiimperialista  encabezada por Seregni, una vanguardia obrera revolucionaria desde los sindicatos, la central obrera, el movimiento estudiantil y cultural, fueron los creadores  del Frente Amplio, tanto como nuestro  fundacional programa anti oligárquico y antiimperialista, se mantiene vivo, vigente, actuante,  en el movimiento organizado de los trabajadores, en la acción coordinada de sindicatos, PIT CNT, partidos obreros, Comités de Base del Frente, Departamentales, o Coordinadoras. 

5.- El país, la sociedad nacional, los Gobiernos nacionales del Frente Amplio, mostraron que solo era posible desenvolver la nación hacia una vía transitoria de un nuevo tipo de Estado social revolucionario, base estructural de una nueva democracia, con iniciativa, control y gestión de los trabajadores en la economía, revocabilidad de mandatos, “desamarrando” al Uruguay del dominio de la oligarquía y el imperialismo, en palabras del Gral. Líber Seregni el 26 de marzo de 1971. Una concepción alejada absolutamente  de transformar al Frente Amplio en “buenos administradores· de un imposible buen capitalismo, que se representa es la actual crisis mundial, producto de un virus que  puso patas arriba  al sistema, en proceso acelerado de disgregación, profundamente  expresado en un enemigo de la humanidad como es el señor Bolsonaro en Brasil ” –  como afirmo León Cristalli -, y lo han mostrado infinidad de experiencias progresistas, que quedaron  sin transformar la estructura del sistema, sea en Brasil, Argentina, o El Salvador, etc. O en lo que expresó el Gobierno de Donald Trump en los EE.UU. junto al fracaso de “los Gobiernos de bienestar social en Europa.   

El Frente no depende exclusivamente de los sucesos del país, o a su interior, sino de un proceso mundial que unifica por abajo a las sociedades, aunque predomine ahora lo desigual del proceso: la “rebelión de las fuerzas productivas”, que significa alta productividad, sin incorporar ni integrar las necesidades humanas, junto a la perdida de hegemonía de EE UU en la región y el mundo, – y sobre todo – al desarrollo de la conciencia solidaria de la población trabadora de origen diverso.  

6.- El fondo de las diferencias dentro del Frente Amplio, su disyuntiva, no viene provocada por las declaraciones de Rafael Michelini y su práctica expulsión como Secretario de la dirección del Frente Amplio. Llamamos, nos auto convocamos, no solo a rechazar concepciones que derivan a métodos burocráticos de decisión,   sino a reforzar las bases militantes del Frente Amplio en todo el país, y fuera del país. El nacimiento y desarrollo de la función histórica del Frente Amplio, mostró que supimos construir dirigentes a la altura de las necesidades del progreso. La humanidad, nuestro pueblo, superara la crisis sanitaria y social, en la medida que nos mostremos capaces de avanzar en la construcción de una nueva sociedad. El Gobierno de coalición se viene sosteniendo, transitoriamente, en la disciplina social y acción consiente de los trabajadores sanitarios y todos los trabajador@s. Su política económica-social profundiza una crisis donde ha quedado en juego la sobrevivencia de la sociedad. Por estas razones afirmamos: “Socialismo, o barbarie”, que propuso Rosa Luxemburgo. 

7.- El POR rechaza cualquier acción vinculada a protagonismos personales y grupales, con exclusión del Frente Amplio. La expulsión de R. Michelini resulto una decisión que carece de sentido, que golpea al Frente Amplio desde su interior. La lucha social y política de clases continuará en forma institucional, aunque la lucha de clases resulta siempre revolucionaria, porque cuestiona las bases de sostén del sistema desigual, socialmente criminal, siempre. Se hace necesario reorientar la crisis de dirección, evitando que contamine y afecte las bases sociales de sostén del Frente Amplio, militante, o no militante. Las mismas que han venido manteniendo iniciativa, la movilización por la derogación parcial de la Ley de Urgente Consideración; l@s mismas que por miles, hace poco más de 100 días, salieron a despedir a Tabaré Vázquez. 

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