Cosse dice que gobernará para el presente, porque “a la gente no le podemos pedir que espere”

La precandidata del Frente Amplio cuestiona que la “junta anticorrupción” no actúe cuando el “piso está lleno de frutos podridos” que cayeron del Poder Ejecutivo

La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, dice que aún no está en momento de balances, que su gestión todavía no terminó y que pretende seguir trabajando hasta marzo, cuando se tomará licencia para entrar de lleno a su campaña como precandidata por el Frente Amplio.

Eso no le impide reivindicar el trabajo de su administración. Afirma que cumplió con el compromiso de que la intendencia estuviera presente “si el Estado se retiraba”. Y fundamenta esa opinión en acciones vinculadas a la salud y la crisis hídrica desarrolladas desde que asumió el cargo. “Cuando ha habido problemas hemos estado presentes”, concluye Cosse.

La intendenta afirma que el gobierno de Luis Lacalle Pou estuvo repleto de “frutos podridos” que fueron cayendo y cuestiona que la respuesta del oficialismo sea decir “bueno, pero ustedes cuando eran gobierno…”.

En una entrevista con Búsqueda, Cosse, que lanzó su precandidatura el viernes 17, evita tomar definiciones en temas clave de un eventual gobierno suyo, aunque da algunas pistas. En muchos casos preferirá no comprometer opinión porque “es algo que tiene que resolver el Frente Amplio”.

—¿Cuál considera que será su legado al finalizar su período como intendenta?¿Cuál ha sido el proyecto o iniciativa más emblemática de su administración?

—No voy a hacer ninguna evaluación del legado o de ese tipo de cosas hasta que me tome licencia y empiece la campaña. Sigo siendo la intendenta de Montevideo y lo voy a seguir siendo hasta marzo. Pero sí podemos hablar de todo lo que está haciendo la Intendencia de Montevideo. Viene trabajando muchísimo en el cambio de su estrategia ambiental y en hacer cambios concretos en recolección, ser muy transparente con la información, generar un esquema de trabajo basado en evidencia, datos abiertos, tener políticas diferenciadas y promover la participación.

—Uno de los focos de esta administración ha estado en el trabajo en materia ambiental. ¿Esta línea es algo que espera implementar a nivel nacional en caso de ser electa presidenta?

—El ambiente es un tema que está muy presente en el programa del Frente Amplio, y sin duda es muy importante a nivel nacional por el presente y por el futuro. Habrá que gobernar para el presente, resolviendo los problemas ambientales que afectan la vida de la gente, y también pensando en el futuro para el posicionamiento de Uruguay, para las inversiones y la posibilidad de acceso a nuevos créditos.

—Históricamente, la basura ha sido uno de los puntos débiles de Montevideo. ¿Cree que se lograron avances significativos durante su gestión?

—No es lo que a mí me parece, son los datos que publicamos todos los días en el portal de datos abiertos. Cambiamos totalmente la recolección. También hemos encarado la limpieza urbana, que es todo lo que está alrededor, la limpieza de los espacios públicos, la limpieza alrededor de los contenedores. Hemos generado una posibilidad de participación enorme de la ciudadanía con el 092 250 260, consolidamos un equipo de fiscalización, desplegamos todo un proyecto que ya retiró 115.000 toneladas de basura de los cursos de agua. Hemos hecho un trabajo que ha movido la aguja. Es algo que no se puede parar, como un sistema de engranajes que una vez que empezamos con esta nueva estrategia se profundiza y va midiendo evidencia.

—Hoy en Montevideo hay 120.000 personas viviendo en unos 340 asentamientos. La ciudad ha estado gobernada durante tres décadas por el Frente Amplio, ¿Qué piensa que ha fallado? ¿El trabajo con el Ministerio de Vivienda no fue fluido?

—Lo que no es fluido son los proyectos de realojo porque estuvieron detenidos durante dos años. Eso es dos años con la gente esperando algo, es grave. Conozco el problema de primerísima mano y creo que uno de los grandes temas de Uruguay es la vivienda y la vivienda precaria. Hay una gran cantidad de jóvenes que tienen su primera experiencia de trabajo, o que están terminando una carrera que recién empiezan, que necesitan acceder a la vivienda. El Frente Amplio lo hizo muy bien y resolvió una parte de ese problema; le quedó otra por resolver. Eso habrá que mirarlo de vuelta. Y además está el tema de los asentamientos, que no admite la menor demora; va a haber que ser muy creativos y trabajar en equipo. Estoy bastante convencida de que en todos los temas de Uruguay hay un capítulo que se repite y que traba la resolución de muchos problemas, que es la articulación. En el próximo gobierno el tema de la articulación, el verdadero trabajo en equipo y la coordinación, va a ser algo que tiene que ser condición necesaria.

—¿En este gobierno falló la coordinación?

—Estuvieron dos años detenidos los proyectos. Y el Plan Avanzar, que no arranca en Montevideo. Pero no es un tema de coordinación en el sentido que lo estás planteando, dentro del propio Estado. Cuando asumimos en esta intendencia (para obtener) los permisos de construcción tenías que tener una maestría para saber dónde tenías que presentar las cosas; es un tema muy complejo. Y durante estos años nos fuimos aproximando a la resolución, hasta que hace unos días anunciamos un sistema de única ventanilla de entrada. Consolidamos información, no le pedimos a la gente información que tenemos, o sea, ese problema de la articulación no es solo entre instituciones distintas, es un problema que tiene el Estado, y para optimizar los servicios del Estado un capítulo fundamental es la articulación, la consolidación de datos y la consolidación de sistemas.

—La población de calle aumentó 16%, según el último censo del Ministerio de Desarrollo Social, un incremento que se ve con claridad en Montevideo. ¿Qué está haciendo la intendencia o qué puede hacer para mejorar esa situación?

—Esto no perdona a ningún barrio. Y podemos hacer poco, porque hay una cantidad de potestades que no tenemos. Hemos ofrecido duplicar los equipos que recorren las calles, pero siempre tenemos que terminar llamando al Ministerio del Interior y ahí tenemos una traba en la disponibilidad de equipos del ministerio. Ahora, es un tema de competencia nacional que tiene muchas aristas.

—Si estuviera en el gobierno nacional, ¿cómo cree que se podría encarar este tema que sigue en aumento y que se incrementó por la pandemia?

—No creo que fuera la pandemia lo que generó que haya gente en situación de calle, fue la ausencia de políticas durante la pandemia y el retiro del Estado lo que generó el aumento. Te voy a decir cómo no se tiene que hacer: retirando el Estado. No puede ser que una persona vaya a un refugio y sea objeto de un ping-pong. Y por eso, de vuelta, articulación, consolidación de datos, consolidación de sistemas y trabajar en equipo. Tiene que haber una forma de gobernar nueva, con muchísima articulación. Y además hay problemáticas diferentes, pues a veces hay una persona en situación de calle porque recién salió de la cárcel y no tiene a dónde ir; entonces, ahí tenés a alguien que deberíamos poder recuperar para la sociedad. A veces tenés a alguien en situación de calle que tiene un problema de salud mental y ahí aparece todo un problema que es muy vasto.

—¿Hay que cambiar la institucionalidad?

—Para mí cambiar la institucionalidad nunca es la primera solución. No lo descarto, pero lo primero que se me viene a la cabeza siempre es coordinar. Con lo que tengo ya, ¿cómo puedo arrancar? Y después, si surge, sí, pero siempre gobernando en base a evidencias. Que el problema sea el centro, y no quién se tiene que hacer cargo. Cargo nos tenemos que hacer todos.

—Al principio de la gestión mencionó que la intendencia sería una suerte de contrapeso político al gobierno nacional, como un bastión de resistencia frenteamplista. ¿Considera que eso se ha logrado? ¿Es necesario que siga siendo así hoy?

—Lo que dije es que si el Estado se retiraba de un barrio, la Intendencia de Montevideo no se iba a retirar. Si recorrés los barrios ahora, ves la presencia de la intendencia. Intervenimos en más de 600 puntos de Montevideo vinculados a los cursos de agua, onde hablamos con los vecinos, trabajamos con ellos. En muchos sitios donde estamos liberando los lugares de basura, estamos empezando a construir espacios públicos. Lo discutimos con los vecinos; hay un grado de participación muy importante. Y además no hemos cerrado nuestras policlínicas, hemos extendido sus horarios, y cuando no tenemos policlínica, tenemos policlínicos móviles que se adentran en los barrios; salimos a vacunar en la pandemia, salimos a hacer test de VIH, descubrimos que hay sífilis congénita en nuestro país, lo cual es un indicador bastante complejo que pensamos que estaba desterrado del Uruguay. Abrimos nuevas Comuna Mujer, tenemos un servicio que está disponible los 365 días del año para atender los temas de violencia de género para dirigir a las mujeres a los lugares que tienen que ir. La Intendencia de Montevideo está muy presente y cuando ha habido problemas hemos estado presentes. Con la crisis del agua también.

—¿Cree que Lacalle Pou es el principal responsable respecto a los hechos dados a luz últimamente en la trama Marset?

—Si vos tenés un árbol y se te cae un fruto podrido, y después se te cae otro y otro, y un ministro se tiene que ir por corrupto, otra porque regaló una casa a los amigos, otro puso cargos en Salto Grande, dos mintieron u ocultaron información al Parlamento…También ocurrió el “caso Astesiano”. Cuando tenés un fruto podrido y otro y otro y otro, llega la hora de levantar la mirada y mirar el árbol y buscar qué es lo sistémico que está pasando ahí. No voy a adelantar un juicio porque no me importa encontrar un culpable, me importa encontrar la causa de fondo, qué es lo que está pasando sistémicamente que tengo el caso de un senador muy importante (imputado) por abuso de menores, una asociación para delinquir en la Torre Ejecutiva, ministros que se tienen que ir por una cosa o por otra… Algo está pasando y esa tarea de buscar la causa no es mía, es de toda la población. ¿Por qué buscamos la causa? Para resolver un problema. Porque, si hay corrupción sistémica, se traduce en inseguridad en la vida de la gente. Si yo tengo un problema de inseguridad en mi barrio y desconfío de la institución que me debe proteger, por lo pronto no hago la denuncia, porque tengo miedo de los que me tienen que proteger.

—¿Cree que el gobierno está infiltrado por el narcotráfico como dicen algunos en el Frente Amplio?

—En función del respeto que le tengo a Búsqueda, no puedo entrar en cuestiones que tienen más que ver con una charla de bar que con las responsabilidades que tengo y para las cuales voy a competir. Eso será un tema de la Justicia, pero es mucho más importante que toda la gente entienda la seriedad de lo que está sucediendo.

—En su momento, antes de este gobierno, el narco italiano Rocco Morabito se escapó de una cárcel con complicidad policial, después se conoció que el capo mexicano Gerardo González Valencia vivía en Uruguay, ahora están estos casos…

—No me compares. Porque no es que se le fugó uno, es que le dieron el pasaporte a un narcotraficante en 24 horas, no es lo mismo. Pero tengo el piso lleno de frutos podridos y este gobierno lo primero que hace es decir “bueno, pero ustedes cuando eran gobierno…”. No, si vos sos responsable… Yo cuando encuentro un problema en Montevideo no miro para atrás a echarle la culpa a otro, ni le echo la culpa a la gente. Lo que creo y lo vengo diciendo hace mucho tiempo es que tenemos que trabajar enserio. La Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) tiene una dirección que es política. Me pregunto si no tendría que tener una dirección técnica y tomar algún criterio, no sé cuál, que sea un organismo con dirección técnica y con autonomía técnica, porque a la Jutep en todo esto ni la he escuchado. En el tema de la nueva leyde financiación de los partidos hay que ponerle el cascabel al gato y hacerlo, para quesea transparente. Pero no me cabe duda de que para proteger la seriedad de Uruguay y para proteger a los uruguayos tenemos que tener transparencia y honestidad.

—¿El Frente Amplio debería maximizar la movilización popular por el tema Marset?

—Las herramientas que encuentre el Frente Amplio son cosas que definimos entre todos los frenteamplistas. Lo que sí creo es que el Frente Amplio lo que no puede hacer es, cuando tenemos un problema sistémico, mirar para otro lado, y creo que no lo está haciendo. Tenemos que tener mucho respeto al otro, a las demás personas, y si una persona votó a un gobierno, tenemos que hablarle con mucho respeto, porque lo último que hay que hacer es responsabilizar a las personas que votaron a este gobierno de los fracasos que está teniendo. Entre las personas nos tenemos que tratar con respeto y franqueza, y si uno piensa distinto sobre un tema, conversarlo.

—¿Va a apoyar la recolección de firmas para llevar adelante el plebiscito para derribar la reforma de la seguridad social aprobada por el oficialismo?

—En la veintena de sectores que apoyan mi precandidatura están presentes las dos posturas. Hablé con mis compañeros sobre el tema y decidimos que me voy a expresar después del congreso (del Frente Amplio).

—¿Ha visto estudios internos que maneja el PIT-CNT o la Asociación de Bancarios del Uruguay que explican la inconveniencia de la reforma?

—He leído tanta cosa…

—Si el Frente Amplio gana el gobierno, ¿debería modificar o derogar artículos de la LUC que fueron ratificados en el plebiscito?

—Hay que ver la parte técnica de las posibilidades que tenemos de modificar esos artículos porque hubo un referéndum. Hay cosas que me preocupan, como el afloje de los controles al lavado de activos, me preocupa mucho, y eso tiene muchas patas, y una de ellas está en la LUC.

—Se planea modificar artículos de la LUC que fueron ratificados en el referéndum…

—Sí. Si técnicamente estamos habilitados, habría que modificar muchas cosas.

—¿Usted está dispuesta a ser candidata a la vicepresidencia si no gana la interna?

—Yo ya he contestado que sí y que he estado o voy a estar donde los frenteamplistas decidan que tengo que estar.

—Y en caso de ganar la interna y el gobierno nacional, ¿seguiría la línea económica de los tres gobiernos anteriores que tuvo el Frente Amplio o hay que girar más hacia la izquierda?

—No se trata de girar hacia ningún lugar. Hay que tener una política macroeconómica muy seria, que el Frente Amplio ha hecho gala de eso. Uruguay tiene una enorme cantidad de desafíos por delante bastante complejos. Recién hablábamos del ambiente, ese es uno. Y vamos a tener que encontrar creativas formas de buscar fuentes de financiamiento y los recursos para hacer una gran cantidad de cambios que necesita el Uruguay. El próximo gobierno, estoy convencida, tiene que gobernar para el presente, porque hay cosas que a la gente no le podemos pedir que espere. Gobernar para el presente, con una mirada en el futuro, sin lugar a dudas, y sin haceri mprovisaciones ni nada por el estilo. Tenemos que tener una política económica seria, compartida por todo el Frente Amplio y con la ciudadanía.

—¿Hay que revisar el sistema tributario?

—Tenemos un enorme abanico de cuestiones de incertidumbre en el mundo para el cual Uruguay se tiene que preparar. Y una gran necesidad de llamar a inversiones. Tenemos un trabajo super desafiante por delante. Lo que hay que acordar primero es cuáles son los objetivos con todo el país. Y hay que conjugar al mismo tiempo la necesidad de atraer inversiones en un mundo que va hacia una política fiscal que nos va a hacer más compleja la atracción de inversiones. Hay un mundo que está yendo, y en especial la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos),hacia una política fiscal en donde va a ser difícil diferenciar territorios. Entonces, si me preguntas por “revisar”, todos los días hay que revisar las cosas, pero sí estoy segura de que ningún cambio tiene que ser abrupto.

—El manejo económico siempre estuvo vinculado al ala astorista del FrenteAmplio. ¿Debería seguir así?

—El gobierno tiene que ser de todo el Frente Amplio.

—Pero antes también era así…

—Pero estoy hablando de una nueva forma de gobernar, muy en equipo, con mucha coordinación y articulación, no solo en el Consejo de Ministros. Para arriba, para abajo, para los costados, tiene que haber mucha coordinación y muchísimo trabajo territorial. La realidad no se divide en ministerios, es una sola. Debemos gobernar con base en evidencia, con políticas diferenciadas, poniendo en el centro los temas que queremos resolver y juntando a la gente que queremos juntar, sean del mismo ministerio o de ministerios distintos.

—¿En un futuro gobierno suyo la oposición estaría representada en las empresas públicas?

—Me parece bien, pero es algo que tiene que resolver el Frente Amplio y tenemos que discutir entre todos y todas.

—¿Cómo resolvería el conflicto que se produjo tras la extensión de la concesión a Katoen Natie?

—Hay que sentarse a hablar.

—¿Buscará renegociar con las partes?

—Hay que sentarse a hablar. Siempre.

—¿Pero dejaría como están las cosas ahora?

—Hay que sentarse a hablar (sonríe).

(Entrevista de Santiago Sánchez y Lucía Cuberos, publicada en el semanario Búsqueda el jueves 23 de noviembre de 2023. Foto: Javier Calvelo)

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