Control por el Estado y gestión social de las fuentes de agua, cortando lucro de embotelladoras privadas

Desde el Partido Obrero Revolucionario proponemos debatir y resolver la administración y control general por el Estado de las fuentes de agua superficiales y subterráneas, propiedad exclusiva de toda la sociedad, en la emergencia, sequia nacional, que vive todo el territorio nacional, particularmente la zona metropolitana de Montevideo, donde vive la mayoría de la población.

EDITORIAL

“El agua es vida, como el socialismo: una necesidad de la vida” LC

“Hoy más de la mitad de la población del país, que vive en el área metropolitana, recibe en su casa agua que no es potable y eso se debe a que el gobierno de coalición no ha respondido a esta crisis con la responsabilidad que debe. Los niveles de sodio, cloruros, sólidos totales disueltos y conductividad en el agua del área metropolitana superan los valores máximos permitidos en la norma nacional y en algunos casos superan los valores definidos en la excepción otorgada por el Poder Ejecutivo del 4 de mayo de 2023. Valores que son conocidos debido a que la Intendencia de Montevideo hace públicos los datos de calidad de agua corriente dos veces por semana en Montevideo”. (De una declaración del Frente Amplio)

Desde el Partido Obrero Revolucionario proponemos debatir y resolver la administración y control general por el Estado de las fuentes de agua superficiales y subterráneas, propiedad exclusiva de toda la sociedad, en la emergencia, sequia nacional, que vive todo el territorio nacional, particularmente la zona metropolitana de Montevideo, donde vive la mayoría de la población.

Es necesario que el Estado, todos sus organismos – incorporando como propone el Frente Amplio a gobiernos departamentales, municipios – intervengan en el control y gestión, – junto al sindicato FFOSE, a los sindicatos y movimiento obrero organizado, el PIT-CNT-, de las fuentes de abastecimiento de agua. Es necesario prohibir nuevos embalses privados, no extender la forestación ni nuevas plantas de celulosa en el territorio, retirando autorizaciones anunciadas a empresas trasnacionales, en inversiones en hidrogeno “verde” dirigido a abastecer a países de la UE/OTAN, a partir de su cobarde guerra desde territorio ucraniano.

Mientras Lacalle hijo confirma el alineamiento absoluto con EEUU en la reunión del Mercosur, corta vínculos con la región, envía al Parlamento un acuerdo de Defensa con el Gobierno de EE.UU, que admite arribo constante de instructores militares, entre otras genuflexiones, pagando millones de dólares para “acondicionamiento” de lanchas patrulleras antes descartadas por EE.UU. (ver nota en Brecha del 30 e junio de 2023, por Julián González G). La conducción del Frente Amplio anunció que va a corregir la inicial claudicación con voto positivo, inexplicable, en Comisión del Senado, como informa La Diaria.

Las embotelladoras privadas que toman agua del subsuelo, o las que se abastecen con agua de OSE, potabilizándola, deben, creemos, detener su antisocial lucro, permanecer controladas desde el Estado, en defensa de la población que vive penurias para cuidar alimentación y salud de sus hijos, y ahora debe también ocuparse en cubrir sus mínimas necesidades de agua potable.

Nuestro gobierno, aun a conquistar por el Frente Amplio, debe comprometer una política, un programa de salida “por arriba” a la crisis del sistema capitalista, a su costo, proveyendo al Estado nacional de los recursos necesarios, revirtiendo la entrega del Puerto, por ejemplo, mediante el control monopólico por el Estado nacional del gran comercio importador/exportador, fuente de concentración de la riqueza.

Como afirmó Seregni el 26 de marzo de 1971 “tenemos que desamarrar y cortar con el latifundio; tenemos que desamarrar y cortar con la banca privada; tenemos que desamarrar y cortar con el complejo de succión de la exportación…esa es la base de nuestra estrategia: reforma agraria, nacionalización de la banca, nacionalización del comercio exterior”.

Comprometernos a realizar inversiones en OSE, liquidando el “proyecto Arazatí”, resolviendo un postergado  saneamiento y provisión de agua potable en todo el país, deteniendo, revirtiendo el actual curso del lucro sin control  que degrada el ecosistema con “plaguicidas, herbicidas, fertilizantes para la producción, desechos de cría de aves, cerdos, lechería, ganadería intensiva, un centenar de industrias conviven con la polución química y orgánica, superficial y subterránea, que llega de los núcleos urbanos, líquidos residuales doméstico-industriales, pozos negros, mal manejos de barométricas, inexistencia o mal saneamiento, mala gestión de residuos sólidos, vertidos sin tratamientos, erosión de suelos, uso abusivo de agrotóxicos, todos, alteran el ciclo hidrológico y degradan el ecosistema de la cuenca desde hace décadas. La minería socava el diez por ciento de la cuenca retirando arena, basalto, caliza, dolomita y varios metales, todo sumado a casi 500 embalses y a que el río soporta el consumo excesivo del agua de los eucaliptus en sus nacientes, en un contexto de gran falta de lluvias, han hecho que el caudal rompa récord a la baja”. (1)

Como se ve, los problemas resultan estructurales, mucho más allá de una sequía. Son tan importantes los compromisos que estamos asumiendo como Frente Amplio para conducir el Gobierno nacional por el periodo 2025-2030, como que las propuestas programáticas, políticas, parlamentarias, estén acompañadas con llamados a la intervención de la población. No habrá desbordes ni explosiones sociales, en la medida que asumamos nuestra responsabilidad, alejándonos de medias tintas, o asumiéndonos socios del gobierno de Lacalle-Sanguinetti, como suele proponer José Mujica.

La discusión ahora es como llegar a la toma del gobierno nacional y que plan político y programático vamos a aplicar. Los sistemas capitalistas tienen en las direcciones políticas, económicas y culturales, cualquiera de sus partidos, representan una lógica común que los unifica: utilizar el poder del Estado nacional en beneficio de una política financiera neoliberal. No llegan al gobierno para utilizar el progreso civilizatorio y sus logros en la ciencia en beneficio distributivo social, sino dirigido a ser captado por solo una parte del poder económico.

Por esta razón, sus gobiernos no ven ni se preocupan, sino muy superficialmente, cuando les incomoda, de los problemas de vida de la sociedad de los trabajadores. Nosotros proponemos el programa expuesto en un país, una sociedad, que cuenta con fuerza social, sindical, política, para enfrentar la actual crisis por la falta de agua, la que se arrastra desde décadas. Ni el Poder Ejecutivo, ni Legislativo, ni el funcionamiento del Estado son un feudo privado de pocos, de sus intereses de clase. Debemos organizar la relación, la cohesión de todo el pueblo, con los que a su interior no padecen la crisis del agua. También con los pueblos hermanos, cuya solidaridad será el puente a la verdadera integración social, política y económica de la región.

(1) «Tratar al Santa Lucía como se merece». Guillermo Garat, publicado el 3 de junio de 2023 en La Diaria.

La presente nota editorial forma parte de la edición Nro. 1043 de «Frente Obrero» del mes de julio de 2023.

«Frente Obrero», que en este 2023 cumple 70 años, es la publicación oficial del Partido Obrero Revolucionario, fundadores e integrantes del Frente Amplio y miembros de la IV Internacional (leninista-trotskista-posadista)

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