Chile: J. Posadas propuso en 1972, pensamiento y acción para pasar de Estado Revolucionario a Estado Obrero

Este texto corresponde a la presentación del documento de J. Posadas, “El avance del gobierno de Allende y las tareas para pasar del Estado Revolucionario a Estado obrero”, publicado en la página 8 de la edición de Frente Obrero del mes de setiembre de 2023. El documento original fue publicado el 19 de abril de 1972.

Foto: Salvador Allende y Fidel Castro, durante la primera visita a Chile de Fidel, en 1971.

Escribe León Cristalli

A 51 años del concentrado trabajo marxista revolucionario de J. Posadas, -publicamos brevísima síntesis en página 8 de esta edición- acerca del curso del gobierno del compañero Salvador Allende y de cómo pegar el salto dialectico de Estado Revolucionario a Estado Obrero, el documento de Posadas adquiere una enorme importancia reflexiva desde la retroperspectiva para extraer algunas breves conclusiones.

J. Posadas adelantó, en el análisis lo que sería una realidad poco tiempo después. Más allá del dolor humano de los acontecimientos que costaron la vida de Salvador Allende, a parte de la dirección de su gobierno, a miles de trabajadores, sindicalistas, comunistas, socialistas, trotskistas-posadistas del pueblo trabajador, que salieron a defender su gobierno y Estado Revolucionario. Surge de este tan profundo como breve y hermoso texto, cómo enfrentar, resolviéndolo desde el materialismo dialectico, las contradicciones que plantea las desigualdades que, en todo proceso revolucionario, desde dentro de la lucha de clases, se desenvuelve el curso histórico.

J. Posadas plantea en este premonitor documento, lo que sería una clarísima realidad en cuanto al papel de las clases en la sociedad capitalista, cuando el curso se desenvuelve construyendo otra sociedad (la socialista) sin haber eliminado las relaciones de clases que el sistema capitalista genera. Que no se trata de buena voluntad, que incluye dar la vida como lo hizo Salvador Allende, -por eso fue asesinado- para impedir que su lucha fuera no solo un ejemplo de honestidad sino de convicción de que una nueva sociedad no solo era posible y necesaria, sino de la existencia de fuerzas que era necesario desenvolver en esa parte de la sociedad, los que nunca ejercen la conducción del Estado y la economía. ¡Que sí, que podían hacerlo!  y que en ese camino era necesario ganar, integrar, a esa parte de la sociedad que desde su “confort pequeño burgués”, aún formando parte de la clase trabajadora, no había sido ganada por la transformación revolucionaria,  y era carta del sistema,  donde  el imperialismo trabajaba incansablemente junto a su aliado nacional, la oligarquía y burguesía chilena, para separar, dividir objetivos, entre la mayoría del pueblo y ese segmento con peso social y económico, incluyendo a las FF.AA. , que había dado un Gral. Carlos Prats junto a, decenas de años antes al Gral. Marmaduke Grove (1) que instauró por breve tiempo el primer estado socialista en América Latina en la década de 1930.

El mejor homenaje a Salvador Allende y l@s revolucionari@s asesinados en Chile, es sacar conclusiones de los progresos brevemente, tanto como de las limitaciones de una dirección política que condujeron a cometer errores estratégicos de aplicación de la política nacional, popular en que había avanzado el Estado Revolucionario en Chile.

Y no necesariamente debió que ser abortado por acción del imperialismo y secuaces internos. Augusto Pinochet fue el arlequín y fantoche necesario, más que traidor a la Constitución de una democracia burguesa, que como analiza J. Posadas, objetivamente, no había sido elevada a democracia social, con plena intervención de los trabajadores, ganando, integrando a las capas medias, que, no siendo reaccionarias, conviven, vegetan en sus relaciones con la sociedad burguesa.

Hoy en América latina, existe una tendencia de pensamiento que se acorrala a sí mismo, planteándose que vivimos una “derechización de la sociedad”, cuando en realidad y extrayendo conclusiones de este texto de J. Posadas, se vuelven a plantear, de forma y contenido, las necesidades que nos plantea la lucha por una nueva sociedad. Brasil recientemente mostró que cuando existe una cabeza proletaria surgida desde la lucha de clases, como lo es con Luiz Inácio Lula da Silva, más allá del PT, es posible derrotar toda la campaña mediática, de los poderes judiciales, militares, etc. del sistema capitalista.

En cambio, en Argentina, con un gobierno que basó su política en “salir por el medio” del laberinto del sistema, sólo condujo a la derrota, porque no se profundizó su carácter nacional y popular en, también, revolucionario. Sí lo hace Lula por el mundo, con los BRICS, la Nueva Economía Mundial, volcando su enorme autoridad política, organizativa, moral, hacia dentro del Brasil.

El curso social en México, en otras desiguales formas en Venezuela, Colombia, Nicaragua, el mismo Chile con el gobierno de Gabriel Boric, muestran que es necesario para sacar conclusiones del golpe de Estado en Chile, más allá de la CIA, Henry Kissinger, Pinochet etc. Es aquí también donde este trabajo extraordinariamente de J. Posadas, reducido, en el espacio plantea el centro necesario a estudiar y extraer conclusiones prácticas de aplicación social, sindical, política organizativa, gubernamental.

Pasar de un Estado Revolucionario a un Estado Obrero, es una necesidad y exigencia objetiva de la nueva sociedad y economía distributiva.  Hoy los BRICS, la función de Rusia, de base social soviética, China Popular, etc. expresan, representan, la actual nueva etapa de la historia de la lucha de clases.

La necesidad de direcciones políticas, sindicales, culturales, sociales, que asuman la conducción, la dirección del curso de transformaciones revolucionarias. J. Posadas da una línea de pensamiento y acción, no determinada por el valor individual, personal, sino por la capacidad política de prever el curso, la capacidad política, estratégica, revolucionaria necesaria para avanzar en la historia.

(1) Marmaduke Grove Vallejo 1878-1954, fue un militar y político revolucionario, miembro del Partido Socialista de Chile, que intervino de forma gravitante, desempeñándose como senador, Comandante en jefe de la FACh y Ministro de Estado de Chile. Grove ejerció el cargo de ministro de Defensa y proclamó el establecimiento de una República Socialista en Chile, (año 1932)  de  muy breve vida. Fue deportado a Isla de Pascua de donde retorno dos días antes de las elecciones, ya postulado a la Presidencia de Chile, también en 1932, donde obtuvo el segundo lugar.

La presente nota forma parte de la edición Nro. 1044 de «Frente Obrero» del mes de setiembre de 2023.

«Frente Obrero», que en este 2023 cumple 70 años, es la publicación oficial del Partido Obrero Revolucionario, fundadores e integrantes del Frente Amplio y miembros de la IV Internacional (leninista-trotskista-posadista)

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