Seguridad Social: una salida por arriba
“Los obreros no tienen menos derechos que los capitalistas a conocer los “secretos” de la empresa, de los trusts, de las ramas de las industrias, de toda la economía nacional en su conjunto…los primeros objetivos del control obrero consisten en aclarar cuáles son las ganancias y gastos de la sociedad, empezando por la empresa aislada, determinar la verdadera parte del capitalismo aislado y de los capitalistas en conjunto, en la renta nacional: desenmascarar las combinaciones de pasillo y las estafas de los bancos y los trusts; revelar, en fin, ante la sociedad, el derroche espantoso de trabajo humano, que resulta de la anarquía del capitalismo y la exclusiva persecución de la ganancia”.
León Trotsky – Programa de Transición (1938)
En el referéndum impulsado por la central de trabajadores, se representa que los obreros tienen derecho – hablando en positivo – a conocer los secretos del funcionamiento de toda la economía nacional, sin dejarse intimidar por amenazas terroristas a los trabajadores, creadores de la riqueza nacional, porque serán ellos los que harán renacer a la sociedad nacional.
El sistema capitalista nativo deberá explicar porqué razón las mayorías parlamentarias aprobaron una legislación que agrega años de trabajo para advenir al retiro, cuando en el mundo, en nuestro país también, no solo se debate, sino que se avanza en reducir la diaria laboral jornada.
Deberán explicar a la sociedad, porque los trabajadores tienen menos derecho que los capitalistas a apropiarse de la plusvalía concentrada (León Cristalli) que proviene del aumento sideral de la productividad del trabajo y consecuente creación de riqueza, en un mundo, una sociedad, donde pululan los que concentran el capital, la propiedad.
Por esta misma razón, el Frente Amplio presentó un proyecto en el Parlamento a propuesta de la central de trabajadores para avanzar en la reducción de la jornada laboral.
No lo hizo solamente por solidaridad sino porque el desarrollo de la economía, en función de los intereses del conjunto de la sociedad, lo impone.
El sistema capitalista marcha ciego a su hecatombe, arrastrando a toda la sociedad al precipicio de la desigualdad y la guerra.
“Ganaremos nosotros, los simples”, como afirmó Marcelo Abdala el 1° de mayo. La propuesta de los sindicatos y el PIT-CNT va a triunfar, como lo han hecho otras iniciativas que hacen a los intereses evidentes de la sociedad trabajadora, que somos la inmensa mayoría. Es una salida por arriba a la crisis del sistema, un sistema que no genera distribución social del producto, fagocitando al propio sistema, no creando mercado, consumo social, para una altísima oferta de bienes y servicios.
Erra, erra feo Martin Vallcorba y otros economistas, que razonan dentro del sistema, sin proponer para avanzar por fuera del sistema, quedando entrampados en su defensa. La introducción de la papeleta para la aprobación del referéndum coloca el punto político – programático, elevando el contenido programático y social de los intereses de la clase trabajadora, en la próxima elección nacional.
No solo por la propuesta en sí de eliminación del lucro, eliminación del aumento de los topes de edad impuestos desde el Parlamento, o la equiparación de las jubilaciones mínimas al SMN, sino porque obliga, impone, crea necesidad y sustento, para la aplicación de un programa / proyecto de nación, donde el producto del trabajo no permanezca expropiado a los trabajadores.
La presente nota forma parte de la edición Nro. 1055 de «Frente Obrero» del mes de julio de 2024.
«Frente Obrero», que en 2024 cumple 71 años, es la publicación oficial del Partido Obrero Revolucionario, fundador e integrante del Frente Amplio y miembro de la IV Internacional (leninista-trotskista-posadista)
