57 millones de votos al candidato proletario impone contribuir a que Lula pueda desenvolver una política social revolucionaria en el Brasil
Las elecciones del 2 de octubre en el Brasil, abrieron un compás de espera: no tenemos dudas que se va a imponer Lula, para comenzar una nueva etapa, tanto para el Brasil como para el PT (Partido de los Trabajadores). Un Partido, como el PT, que debe pasar a ser un señor partido que nos permita superar las durísimas disputas entre su dirección nacional y direcciones regionales, corrientes, etc.; competencias y desavenencias internas, similares a las que se cursan en el Frente Amplio de Uruguay o el Frente de Todos en la Argentina.
Por estas y otras razones, haber logrado el 48 % de apoyo desde lo mejor, más consciente, maduro, y organizado de la población de Brasil, pasando por encima miserias y contradicciones de las direcciones medias e intermedias, resulta un inmenso triunfo. Un voto al candidato proletario, Lula, al que apuntalamos y debemos contribuir todos a que pueda desenvolver una política social revolucionaria, en Brasil, una de las 10 naciones base del sistema capitalista mundial. Brasil no es Bolivia, Ecuador ni Uruguay, sino una potencia mundial del sistema privado: de ahí que destacamos, saludamos este 48 % y pico electoral que voto por Lula da Silva, mucho más que por el PT.
Ahora mismo, están procesándose en el Brasil, ajustes internos, una amplia y profunda discusión, una reflexión, para construir el equipo político y social que le permita gobernar a Lula. Un Gobierno democrático, social, que avance en institucionalizar un programa de transformaciones. Es una tarea inmensa, que nos exigirá a todos, dentro y fuera del Brasil, construir nuevos y mejores equipos políticos de dirección del PT; también en las organizaciones obreras, en los sindicatos, en la central obrera, la CUT, del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra, MST, de los Sin Techo y todos los movimientos sociales del Brasil.
Se hace urgente, necesario, romper con la rutina administrativa de direcciones políticas que no comprenden y no asumen, el proceso que se está viviendo mundialmente, particularmente el significado profundo, revolucionario, que tiene la intervención de la Federación Rusa y el Ejército Rojo en Ucrania. Se hace urgente romper con las rémoras conservadoras de una etapa anterior de la lucha de los pueblos, lo que viene siendo rápidamente superado por la existencia de nuevas condiciones históricas de la lucha de clases. Una exigencia para todos, por supuesto que también para nosotros, los posadistas.
Este primer resultado electoral en el Brasil, si bien es un principio de derrota del bolsonarismo, no lo liquida. Se nos exige que la dirección para la transformación del Brasil se coloque por delante, nunca por arriba del curso social, no por encima de la lucha social de clase y necesidades de la vida diaria, cotidiana, del pueblo del Brasil… Como el llamado de Lula, a salir a hablar con la sociedad, sin intermediarios, no solo actos y caminatas. Es preciso, se necesita, una dirección que supere debilidades y que represente los reales intereses de la clase explotada del Brasil.
En gran medida, J. Bolsonaro, se apoya para su política popular de derecha, fascista, en el contexto de contradicciones y atrasos nuestros, de nuestras direcciones políticas y sociales, no solo en el Brasil, sino también en la Argentina, Uruguay, México, Venezuela, o Chile. También en el sistema privado de funcionamiento de economía y sociedad, que, en Brasil, se sostiene en la opresión y el chantaje social. Sobrevive en base de la súper explotación de la fuerza laboral, precarización extrema del trabajo, carencia de derechos sociales, sindicales, con campañas permanentes contra la cultura social de la población. Lo que es muy distinto a otorgar ideología fascista a las grandes mayorías sociales de la población del Brasil.
A pesar de todo, el curso de la historia avanza: lo que decide, en definitiva, es la intervención de la Federación Rusa, como estado obrero sui géneris, en su enfrentamiento a la Otan y EEUU.
León Cristalli
Partido Obrero Revolucionario (Leninista-Trotskista-Posadista) de la República Argentina