Rechazamos junto a FFOSE, al movimiento sindical y el Frente Amplio un nuevo intento de privatizar el agua

EL POR ANTE UN NUEVO INTENTO PRIVATIZADOR DEL PODER EJECUTIVO

Con el voto contrario del director Edgardo Ortuño, representante del Frente Amplio, días pasados el Directorio de OSE aprobó el proyecto Neptuno, una iniciativa privada que pretende extraer agua del Río de la Plata para su posterior potabilización.

En nuestra audición radial, que se emite todos los martes y jueves a las 12.45 por CX 30 Radio Nacional, el compañero Leonel Molinelli dedicó un programa entero a este tema, y estas fueron una síntesis de sus palabras.

“Esta es una historia que ya conocemos”, comenzó afirmando Leonel. “En el año 1992, el entonces presidente Lacalle Herrera, padre del actual presidente Lacalle Pou promovió mediante la aprobación de la ley 16.211 la privatización de un conjunto amplísimo de empresas y servicios públicos, lo que fue impedido por el Referéndum que llevamos adelante el Frente Amplio, el PIT-CNT y las organizaciones sociales.

Para detener ese intento de privatización salvaje de nuestras empresas públicas fue necesario que todo el campo popular recogiera las firmas necesarias para hacer un llamado a Referéndum, lo que fue concretado el 13 de diciembre de 1992, en una histórica victoria popular. El 72% de la ciudadanía uruguaya votó la papeleta por el SI, que significaba, ni más ni menos que decirle un NO rotundo a las privatizaciones en nuestro país.

Treinta años después, en este 2022, el presidente Lacalle Pou pretende retomar esta senda privatista, propia del neoliberalismo en el Uruguay. De esta manera, el gobierno de las derechas uruguayas intenta privatizar nuevamente el agua, un recurso natural estratégico para el Uruguay y toda la humanidad. Y también intenta, desde semanas atrás, asociar con privados y de esa manera privatizar el portland que produce Ancap. En este caso quedándose el Estado uruguayo en posición minoritaria en la nueva empresa prevista.

Lo mismo pasa con el intento del gobierno de reformar regresivamente el sistema jubilatorio, donde se intenta obligar a que, en el futuro, todas y todos los trabajadores estén obligados a afiliarse a una AFAP, una profundización del proceso de privatización de la seguridad social en Uruguay.

Y ahora tenemos esta nueva decisión, la de llevar adelante el proyecto Neptuno, pero de una manera aún peor que lo que estaba previsto originalmente. Vamos a ir desgranando uno por uno los contenidos y los cuestionamientos que tiene el Frente Amplio hacia este proyecto”, finalizó Leonel.

LOS ASPECTOS CONTROVERSIALES DE ESTA DECISIÓN

1. El gobierno aprobó Neptuno con cambios sustanciales y llamado a licitación, con menos de 24 horas para su estudio, sin informes de técnicos de OSE. Se harán menos obras, con gestión privada U$S 300 millones más cara que la pública.
2. Se aprobó una versión del Proyecto Neptuno con recortes por el cual se realizan menos obras de las previstas, no se asegura el abastecimiento de agua potable, con un costo millonario de 743 millones de dólares por la gestión privada, 300 millones más cara que la gestión pública del proyecto. Inversión de U$S 210 millones, que le costará a OSE U$S 743 millones al final de los 20 años con el pago de una cuota anual de 39.8 millones de dólares. El privado será el propietario de la Planta e infraestructura, tendrá a cargo la construcción, mantenimiento y el financiamiento del proyecto, pagando OSE por la disponibilidad de la infraestructura para realizar la operación de la Planta Potabilizadora de Arazatí.
3. La planta potabilizadora de Arazatí tendrá una capacidad de producción de 160.000 m3/d y podrá cubrir el 23% de la producción de la Planta de Aguas Corrientes y de la demanda máxima actual del Área Metropolitana. En la última versión del proyecto (Vol.5) se redujo la capacidad producción de 229.000m3/d planteada en la factibilidad aprobada en abril, ya insuficiente para cumplir con el objetivo de solucionar el déficit cuantitativo de agua potable a 2045 para lo cual fue aceptada esta IP por el Directorio (RD 195/21)
4. La nueva planta soluciona menos de 10 años de abastecimiento de agua potable. La reducción de la capacidad de producción a 160.000 m3/d implica que la construcción de la Represa de Casupá, ya recomendada por el Estudio de Factibilidad para el 2036 con la capacidad anterior, será necesaria.
5. Con una producción de 160.000m3/d Arazatí representa menos del 20% de la demanda máxima proyectada en 840.000m3/d a 2045. O sea que AACC tendrá que seguir aportando más del 80% de la producción de agua potable del área metropolitana.
6. Con el diseño actual Arazatí permanecerá parada sin producir una gota de agua potable en el verano, de reiterarse la salinidad registrada este año. No se resuelve el problema de la salinidad del Río de la Plata lo que reducirá significativamente la producción de agua potable de Arazatí de ocurrir eventos como los registrados en 2022, particularmente en verano cuando se la necesita. Durante los 86 días de salinidad registrados este verano la Planta de Arazatí de haber estado construida hubiera estado detenida sin producir todo el verano. El proyecto Neptuno aprobado disminuye la capacidad de la reserva de agua dulce, pólder, diseñado como fuente alternativa para la planta, se redujo sustancialmente pasando de 9,3 Hm3 a 4,0 Hm3 (hectómetros cúbicos) por lo que alcanza para cubrir apenas 25 días de la producción de la planta reducida en lugar de los 41 del diseño anterior aprobado en la factibilidad técnica, ya insuficiente cubriendo menos de la mitad de los 86 días registrados este verano.
7. Se cambia la calidad de la tubería de aducción de 72 km de longitud, pasando de Fundición Dúctil a PRFV siendo un material más frágil. El PRFV (Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio) no es recomendado para grandes tuberías de bombeo, tiene menor vida útil e implica mayor cuidado en el montaje y durante la operación.
8. Se reduce su diámetro, pasando de un diámetro de 1500 mm a 1200 mm, lo que disminuye la capacidad de aducción de agua al sistema.
9. Se elimina una tubería de captación de agua bruta del Río de la Plata y los equipos de bombeo correspondiente, pasando de 3 tuberías de inmisario a 2 tuberías, eliminando la capacidad de mayor aprovechamiento de la planta a futuro.
10. Reducción significativa de la calidad y robustez del proyecto, con todas las reducciones que se mencionaron, sin embargo el monto de inversión no se reduce en forma correspondiente. Monto actual de inversión: U$S 210.049.680.
11. Pese a que hay una reducción significativa de las inversiones y que la calidad del proyecto es sensiblemente menor, la cuota anual que tendrá que pagar OSE se mantiene, “Costo anual (IVA incluido)” de U$S 39,8 millones, lo que al cabo 18 años de repago totaliza U$S 743 millones.

CONCLUSIONES

1. Se aprobó una versión reducida del Proyecto, con menos obras y menos capacidad de producir agua potable.
2. Sin informe de las Gerencias técnicas de OSE ni del Grupo de especialistas designados por el Directorio.
3. Soluciona 25 días de salinidad y tuvimos 86 el verano pasado.
4. De reiterarse la salinidad de 2022 la planta estará parada 60 días.
5. Inversión millonaria, de U$S 210 millones, le costará a OSE U$S 743 millones al final de los 20 años.
6. Gestión privada del proyecto que costará U$S 300 millones más caro que gestión pública.
7. El material de la tubería, PRFV no está recomendado para bombeo de agua potable y tiene menor vida útil.
8. Soluciona menos de 10 años de abastecimiento de agua potable, ya que igual habrá que hacer Casupá.
9. Con esta planta recortada Aguas Corrientes tendrá que seguir aportando más del 80% de la producción de agua potable del área metropolitana.
10. No asegura el abastecimiento de agua potable del área metropolitana.
11. No es ni un respaldo ni una planta alternativa es apenas un complemento de Aguas Corrientes que no servirá en verano, cuando se precisa.